Ante la reciente aparición de la nueva variante Ómicron del coronavirus en los últimos meses, los especialistas todavía investigan distintas características de la misma. Así, estudian su origen, sus diferencias con otras mutaciones, y principalmente sus síntomas, que parecerían ser persistentes entre los individuos que se contagiaron.
De esta forma, los casos de pacientes que todavía presentan síntomas tras recuperarse del coronavirus son cada vez más. Por lo que la posible influencia de la variante Ómicron en el contexto generó alarma entre los especialistas, que elaboraron distintas teorías.
Por otro lado, una tercera teoría explica que, como distintos pacientes de coronavirus desarrollan coágulos anormales, este cuadro podría ser razón del COVID persistente. Es así que los mismos coágulos podrían generar otros en todo el cuerpo y provocar en el individuo ataques cardíacos e infartos cerebrales.
Aunque otros investigadores destacan que también se podría tratar de una respuesta autoinmune en pacientes que han transitado un cuadro grave de coronavirus. En este sentido, ante la respuesta inmunológica del organismo para combatir la enfermedad, podría suceder que los anticuerpos se “descontrolan” y atacan células normales.
A su vez, otras investigaciones aseguraron que la vacunación contra el coronavirus es un factor clave para evitar que los individuos estén afectados por el COVID persistente. En esta misma línea, estudios preliminares indican que se presentaría en pacientes que estuvieron hospitalizados mientras transitaban la enfermedad.
De todas formas, todavía no existen medicamentos o tratamientos específicos que logren curar la enfermedad. Incluso, algunos investigadores se encuentran alarmados porque la afección podría convertirse en un síndrome de fatiga crónica.
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