Familiares de los tripulantes fallecidos y desaparecidos del Repunte marcharon acompañados por los de los buques Rigel y San Antonino sobre la arteria principal del puerto de Mar del Plata pidiendo que mejoren los controles.
A 13 meses del naufragio del Repunte, a casi 24 del hundimiento del San Antonino y a 40 días de la desaparición del Rigel la lucha de los familiares de los tripulantes que han fallecido y desaparecido en estas últimas tragedias es una sola.
Marchan juntas Romina y Gabriela Sánchez, hermanas del capitán del Repunte, con Verónica Ricardenez, hermana del “Rusito”, marinero del San Antonino. Más allá va Roxana Homs, la esposa de Ricardo, el cocinero del Repunte. Un poco más atrás llora en silencio Guillermina, la mamá de Nahuel Navarrete, marinero del Rigel.
La movilización repitió rituales de marchas anteriores. La concentración en inmediaciones del Monumento a los Pescadores, en 12 de Octubre y el Bulevar de los Trabajadores, rodeada de vallas por la obra del conducto del Arroyo del Barco. Repetir los nombres de los tripulantes fallecidos y la consigna de “Ningún Hundimiento Más”.
Sánchez aclaró la confusión que había generado el ministro Miguel Etchevehere sobre el rol de Prefectura, cuando dijo que ya no serían parte de la investigación cuando no lo establece así la Comisión de Investigación aprobada en Diputados. Reiteró, a la vez, la necesidad de que la fuerza no sea juez y parte a la hora de realizar las inspecciones y luego llevar adelante las investigaciones cuando ocurren los naufragios.
“Siempre terminan en las mismas conclusiones, o es un error del capitán o es culpa del clima; nunca de las malas condiciones de las embarcaciones”, dijo la hermana de Gustavo Sánchez.
En relación a las actuaciones que realizó Prefectura en la causa que investiga el juez Lleral, fuentes extraoficiales que tuvieron acceso al expediente señalaron que el informe de la fuerza no supera las cinco páginas y la responsabilidad del naufragio recae sobre el capitán.
Los familiares designaron como perito de parte al ingeniero Naval Marcelo Fuster quien luego de tomar vista del expediente está analizando solicitar más pericias sobre el casco hundido a 53 metros de profundidad.
Frente al acceso a las Terminales 2 y 3 del puerto, los familiares volvieron a insistir con su idea de pintar un mural en la pared lateral para recordar a los tripulantes desaparecidos y dejar plasmado para siempre el “Ningún Hundimiento Más”.
“Miren la mugre que es todo esto”, dijo Gabriela. “Merlini y el Directorio nos negaron esa posibilidad de rendirle homenaje a los tripulantes del Repunte pero ya lo vamos a poner igual”, confesó Sánchez.
Delante de una sede de Prefectura atiborrada de efectivos, la movilización mantuvo el reclamo de mayores controles a la flota, acompañado por el hit de cada marcha. “¡Se va acabar… se va acabar… esa costumbre de coimear!”
Guillermina Godoy confesó sentirse defraudada por el Presidente Macri tras el encuentro que mantuvieron en el INIDEP. “No nos dio ninguna esperanza”, dijo con voz quebrada.
La hermana de Alejandro Ricardenez recordó, mirando a los efectivos en la puerta de ingreso a Prefectura, que en la madrugada del 1 de septiembre de 2016, a las 5:42 de la mañana cuando llegó el aviso de que la lancha había entrado en emergencia, desde la fuerza avisaron que “no salían de noche”.
“Se los voy a repetir cada vez que venga y me pare delante de todos ustedes para que lo recuerden”, dijo la hermana del tripulante del San Antonino.
Por Roberto Garrone – RevistaPuerto.com
