Tras prestar declaración al fiscal Rodolfo Moure, los dos jóvenes que que estaban demorados por el cirmen de Gastón Bustamante, ocurrido ayer en la ciudad balnearia de Miramar, quedaron en libertad.
Además, se realizaron allanamientos en las dos casas de los detenidos y el fiscal aseguró que no había motivos para que continúen privados de su libertad.
Ayer se realizó una manifestación en el centro de la ciudad costera, que terminó con un gran desborde por parte de un grupo de manifestantes y hubo varios heridos, entre ellos el Jefe policial de Miramar, que casualmente “estrenaba” ese cargo en su primer día de servicio.
Cómo continúa la investigación
Ahora, queda por esperar el resultado de las pericias que se realizaron en la escena del crimen, donde se hallaron al menos seis huellas, además de un mechón de cabello, encontrado en la mano del menor asesinado. De acuerdo con una fuente policial de la agencia DYN, “No hay nada que los vincule”, en referencia a los dos aprehendidos de ayer.
Además, adelantó que en las próximas horas analizarán las cámaras de seguridad de los principales lugares de Miramar y recolectarán los testimonios de los vecinos de la zona. Hasta el momento, según Moure, “no surgieron antecedentes delictivos” que compliquen aún más a las dos personas que están detenidas, acusadas del crimen.
La muerte de Gastón
El niño de 12 años murió ayer por la mañana en Miramar en manos de delincuentes que ingresaron a robar a su vivienda cuando el pequeño estaba solo y tras encontrarlo escondido debajo de su cama con un celular, decidieron ahorcarlo con una media.
En el momento del hecho, la mamá del pequeño había salido a realizar compras mientras que el padre (carpintero) se encontraba trabajando.
A partir de las 18, en la plaza de los juegos de la ciudad, comenzó a concentrarse un gran número de personas que 
pretendía manifestarse pacíficamente pidiendo Justicia por el esclarecimiento de los hechos.
Tras caminar entre aplausos y silencios hasta la jefatura policial, decidieron continuar su camino hasta la Municipalidad, donde un grupo de personas de entre 20 y 30 años se desbordaron y comenzaron a apedrear el frente del edificio, dejando varios heridos (policías) y considerables destrozos en la fachada, planta baja y primer piso del Palacio Municipal.
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