El desarrollo de una zona cada más urbanizada de la ciudad, está seriamente amenazada por usurpaciones cuyos autores han llegado a las amenazas y a partir de las mismas no se descartan que desencadenen hechos de violencia.
Por los mismos se han formulado las denuncias policiales correspondientes, en el destacamentos Los Acantilados, dependiente de la Comisaría 13ra con sede en Playa Serena.
La inacción policial ha llevado a los vecinos a auto convocarse en defensa de sus viviendas y lotes, que permanecen sin ocupación, en los cuales existieron intento de usurpaciones que fueron desalentadas, pero los hechos no pierden continuidad.
Las causas de esta índole son derivadas a la fiscalía 12 de Juan Pablo Lódola, quien reemplazó a Lorena Irigoyen, como titular de la oficina que instruye en causas por apremios, usurpaciones y extorsiones, justamente los hechos atinentes en el referido barrio cercano al Golf Club Los Acantilados.
La zona en cuestión ha sido ubicada por lo acontecido en estos últimos días, en las calles 503 y 24, y a pesar de las denuncias policiales, las mismas no han surtido efecto y se sospecha que existe connivencia entre los autores y los funcionarios policiales.
Tampoco ha tomado intervención la Defensoría del Pueblo, que en otras oportunidades, debió convertir en una plaza pública los terrenos ubicados en la zona y a punto de ser usurpados.
La Sociedad de Fomento Los Acantilados, ha quedado desactivada por irregularidades en las rendiciones de cuenta, ante la Secretaria de Hacienda de la Municipalidad.
También llama la atención la ausencia de Asuntos de la Comunidad, ya que desde la misma no surgen soluciones para problemas de vieja data, que no logran ser impedidos ni controlados.
La aparición de amenazas e indicios de violencia, de quienes intentan consolidar de hecho las usurpaciones, ya ha producido movilizaciones y caravanas de vecinos en rechazo a este tipo de conductas, pero ni la policía ni la fiscalía temática ni la Defensoría del Pueblo ni Asuntos de la Comunidad, han intervenido en representación del Estado.
A tal punto ha llegado la tensión en la zona, que hay vecinos que ya han abandonado ese barrio, y otros que han tomado la misma decisión, ante la ausencia a los organismos competentes mencionados anteriormente.
Los vecinos deben apelar al alambrado de terrenos, que son objetivos de las usurpaciones y proceden a la confección de actas para evitar la continuidad de estos hechos, que se extienden a una zona mucho más amplia en los corredores de la Ruta 11, Jorge Newbery y Antártida Argentina.