“Les importa un carajo que la gente se enferme y que los médicos nos contagiemos”, lo manifestó el titular del CICOP Alejandro Loretti, luego de una nota realizada por este portal el, 13 de agosto pasado, al ser consultado por una impensada decisión del ministro de Salud Alejandro Collia de postular al Hospital Regional, como uno de los centros de atención para un presunto caso de virus ébola.
El facultativo contestando de alguna manera a la insólita decisión, decidió tomar el asunto con humor, pero no fue bien recibido por el ministro, que luego de una reunión, recibió una reprimenda y tal como es su costumbre, contestó a través de las redes sociales con una circular fiel a su estilo:
Más allá del “enojo” del ministro por la parodia del traje del ébola, la reunión dejó algunas reflexiones para remarcar. Se me acusó de “traicionar” al hospital, ya que los problemas que tenemos en el mismo, se deben “arreglar” puertas adentro, sin hacerlos públicos ni visualizarlos a la sociedad. Curioso planteo desde varios puntos de vista. Primero, porque el hospital cumple una función social, cuyos destinatarios finales de nuestras prácticas son aquellos a los que se pide ocultar la situación en la cual vivimos y los motivos por los cuales son indebidamente atendidos (falta de insumos, personal y tecnologías adecuadas).
Pareciera que el hospital se ha convertido en una sociedad secreta o en un partido político, donde las cosas malas que pasan deben ser ocultadas para “los de afuera”, al tiempo que actuamos como si todo estuviera funcionando correctamente.
Los “trapitos sucios deben ser lavados en casa”. A mi criterio lo que se quiere ocultar es la incapacidad por parte, tanto del ministerio como de la dirección del hospital, en solucionar los problemas que día a día van destruyendo a la salud pública. En segundo lugar, hemos llegado a esta situación luego de un prudencial tiempo, en el que nuestros pedidos han sido sistemáticamente desoídos. No nos hemos levantado una mañana con ánimo de denostar a la dirección y al ministerio. Desde el mes de Enero de este año los reclamos fueron incrementándose y las respuestas escasas. La última gota fue el anuncio por parte del ministro, de que nuestro hospital es centro de referencia para presuntos casos del ébola. Decir eso en la desastrosa situación en la que estamos, cuando ni siquiera tenemos barbijos, fue una burla macabra.
Creemos que no somos merecedores del destrato al que diariamente nos someten en nuestro trabajo. Somos los que mantenemos al hospital funcionando, a pesar de todas las carencias y de ir desgastándonos paulatinamente.
La comparación que hizo respecto a mi actitud, fue la de comportarme como un buitre, yo quiero hacerle recordar al Sr. Ministro, que los buitres aparecen cuando hay un animal muerto o moribundo, y desgraciadamente en este hospital, si las cosas siguen funcionando de este modo, vamos a seguir viendo muchos buitres.
Dr. Alejandro Loreti
Pte. CICOP
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