El viernes 17 de febrero, visitó nuestra ciudad el dirigente Mario Mazzitelli, Secretario General del Partido Socialista Auténtico, quien acompañado por el Dr. Eduardo Romanín, miembro de la ME del PSA Mar del Plata y presidente del PASO y Enrique Decchia, de la mesa local del Partido Proyecto Sur, dieron una charla-debate en la Casa de la Emancipación, sobre el alcance y los efectos de la judicialización de la protesta de la ya promulgada LEY ANTITERRORISTA.
Enrique Dechia informó que los diputados de Proyecto Sur Fernando Solanas, Alcira Argumedo y Jorge Cardelli, conjuntamente con diputados del Partido Coalición Cívica ARI, presentaron el miércoles 15 del corriente, en el Congreso de la Nación un proyecto pidiendo la derogación de Ley 26.734 “Antiterrorista” promulgada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 28 de diciembre de 2011. El fundamento de este proyecto se basa en que “la vaguedad e imprecisión de los términos de la norma permite una peligrosa arbitrariedad de la aplicación de la ley antiterrorista, que viola el principio de legalidad penal consagrado en nuestra Constitución Nacional y diversos instrumentos internacionales de derechos humanos”.
Por otra parte, en los fundamentos se señala que “con esta ley antiterrorista se habilitará la persecución y control de la protesta social actuando sobre los individuos, suprimiendo las garantías penales y legalizando una respuesta cada vez más represiva por parte del Estado. El Código Penal argentino, en el capítulo de ‘Delitos contra la seguridad pública’, tipifica y sanciona la mayoría de los delitos previstos en la Convención Interamericana contra el Terrorismo, por lo tanto es falso el argumento presentado por el Gobierno nacional, según el cual esta ley fue dictada para cumplir con los compromisos internacionales asumidos por la Argentina en materia de lucha contra el terrorismo”, sostiene el proyecto.
El Dr. Eduardo Romanín sostuvo que “la nueva Ley Antiterrorista es un Tributo a Obama y al Norte”.
“Sólo si se quiere quedar bien, para conformar a los socios del G 20 y sus aliados, se puede entender el dictado de semejante disparate jurídico como lo es la nueva ley” sostuvo el referente del Movimiento Proyecto Sur en Mar del Plata.
“La norma refleja un estado de dependencia y de renuncia a la soberanía nacional que nos debe preocupar. Un país sin conmoción interna, sin terrorismo interno y con un andamiaje legal apto y suficiente para castigar el flagelo de la violencia terrorista no se merece tener una ley como la que aprobó el oficialismo.” agregó.
“Se viola un principio elemental del derecho Penal como lo es el de Legalidad y se pone una figura delictiva ambigua y contradictoria como es el de aterrorizar a la población con el consiguiente riesgo de criminalizar la protesta social. Imaginémonos esta ley en manos de un juez suave a los requerimientos del Ejecutivo como lo es Norberto Oyarbide, las consecuencias negativas para el estado de derecho que tendría su aplicación” finalizó el Dr. Eduardo Romanin.
Por su parte, Mario Mazzitelli sostuvo que en la legislación argentina no había ningún vacío jurídico que justifique la necesidad de sancionar la actual Ley Antiterrorista. Por otra parte, no existe amenaza interior, ni exterior y no se conoce sector de la opinión pública que estuviera defendiendo esta legislación. “¿Por qué entonces esta ley antiterrorista?” Preguntó. “Hay más de 200 definiciones de terrorismo en el mundo. No hay consenso. Todo depende del cristal con que se mire. Con esta ley el concepto de terror queda en manos de los jueces, dando lugar a todo tipo de discrecionalidad. Actualmente hay 4000 procesados políticos, que con la actual legislación no tienen condena efectiva. Tras la duplicación de penas, por las mismas causas pueden terminar en la cárcel.
“¿Cuál sería la verdadera finalidad de esta ley? Atemorizar a la población.
Demos un ejemplo: un padre de familia de Andalgalá que sale a cortar una ruta para defender el agua; quedará en la disyuntiva de cómo Hacerlo mejor, porque ahora puede ir preso y dejar en el desamparo a sus hijos.
Y agregó: Ya empezó a funcionar la ley… su objetivo es coartar la voluntad de lucha y el poder que siente el pueblo en la calle.”
“Durante los primeros años del gobierno kirchnerista se evitó la represión social. Esta política parece estar cambiando en los dos últimos años.
Por lo menos fueron 14 las víctimas: los hermanos Qom, Cristian Ferreyra del MOCASE, los compañeros del Indoamericano, Mariano Ferreyra, etc. Es innegable que hubo un giro del gobierno en su política de derechos humanos, tanto que ni los intelectuales de Carta Abierta han salido a hablar del tema”.
Y finalizó diciendo: “La Ley Antiterrorista le ocasiona un gran daño a los luchadores sociales, pero también le hace daño al gobierno. Retrotrayendo el concepto de seguridad interior a las peores épocas de nuestra historia.”
Con la presencia de dirigentes tales como Héctor Maciel del PTP, Esteban Lucero del PCR, Cristina Hernando y Miguel Tonti del PSA Mar del Plata, entre otros, se llamó a continuar con una amplia y persistente movilización para obtener su derogación y garantizar en el país la plena vigencia de las libertades constitucionales: “EL TERROR ES LA ANTIDEMOCRACIA”.
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Gabriela Papagni
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