En enero, a cobrar en febrero, la suba es del 40%. Y en febrero, a pagarse en marzo, del 26%. Acumulada, supera el 75%. La Justicia no habilitó tratar un amparo.
Junto con la escalada de precios que, en algunos casos como los medicamentos, ronda el 200%, los pacientes no tienen respiro ante los costos -indispensables para la mayoría- que deben enfrentar para atender sus problemas de salud.
Las empresas de medicina prepaga ya anunciaron que en el primer bimestre del año las cuotas se dispararán un 76% acumulado. El sablazo será del 40% para enero, a cobrarse en febrero, y luego, acumulativo, se le sumará otro 26%. Si alguien pagaba 100 mil pesos a fin de año, a principios de marzo deberá desembolsar 176 mil. Asfixiante para la mayoría.
A eso se suma que muchos médicos decidieron seguir cobrando copagos para atender -en muchos casos hasta en negro-, por lo que los pacientes se encuentran ante una situación desesperante que lacera sus bolsillos.
“La prepaga me dice que denuncie al médico. Pero no lo voy a hacer, porque no me lo quiero poner en contra”, razona una mujer de 60 años en el consultorio de un neurólogo de cierto renombre, en el barrio de Palermo.
“A mí me el psicólogo me avisó que a partir de la próxima sesión, me cobrará un copago adicional al que ya me cobraba a pesar de que voy por prepaga. Es decir, es un copago del copago”, se queja otra mujer antes de poner cara de resignación y cambiar de tema porque “es lo que hay”.
Los casos se repiten. La atención de la salud se convirtió en prohibitiva para vastos sectores de las clases medias, sobre todo los que aún pelean por no caer a clase media baja, que ya directamente ha tenido que dar de baja la medicina privada y se atiende en el sistema público, como ocurre con la mayoría de los monotributistas y autónomos.
Los médicos cobran igual aranceles para atender a pacientes de prepagas.
Pese a los aumentos en el servicio de salud privada, crece el cobro de copagos por parte de médicos. Se estima que en enero se sumaron un 10% más de médicos que les piden a pacientes este adicional. La práctica ya se empieza a volver común. Es una forma de reforzar los ingresos a costa de los pacientes claro.
La mayoría de los pacientes no denuncia los pedidos de plata adicional porque necesita mantener una buena relación con el médico, para el cuidado de su salud.
Los profesionales se defienden y aseguran que las prepagas aún no les trasladaron a sus honorarios las subas de las cuotas que aplicaron a afiliados ni cambiaron los plazos de pago (que van de 30 a 120 días luego de facturado el servicio). Otros dicen que las que sí dieron incrementos, no alcanzan para compensar el retraso ante el avance de la inflación.
Los aumentos a médicos van del 10% al 15%. En diciembre, la inflación fue un 25,5%, de acuerdo al Instituto de Estadística y Censos (Indec), y las estimaciones privadas calculan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará en torno al 20% en enero.
Asociaciones que representan a establecimientos y profesionales de distintas especialidades advirtieron que las compañías de medicina privada definieron un porcentaje de actualización de forma inconsulta. “Fue una imposición, no hubo ninguna negociación”, indicaron.
De cara a los próximos meses, intentarán presionar para que los ajustes estén en línea con los incrementos aplicados a los asociados en enero y febrero, que implicarán un incremento de casi 70% promedio en apenas dos meses.
Por un turno médico, actualmente los profesionales cobran de las prepagas en promedio $ 3.000. En el mejor caso llega a $ 5.500, mientras que en el peor ronda los $ 2.500. En estas consultas, los copagos rondan entre $ 1.500 y $ 6.000 dependiendo el profesional y la especialidad.