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Las licitaciones de pesca se mantienen en el dictamen de mayoría

En la madrugada y sin estar claro qué se estaba firmando, se llegó a un dictamen de mayoría de la Ley Ómnibus que se someterá a votación recién la semana próxima. Los diputados aliados no lograron que se saque el capítulo de Pesca y se mantienen las modificaciones que ponen en vilo al sector pesquero.

El miércoles por la madrugada en el plenario de las Comisiones de Legislación General, de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales, tras una sesión bochornosa en la que nadie sabía qué se terminaría firmando, se obtuvo un dictamen de mayoría del Proyecto de Ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”. Estaba previsto que en el día de ayer se llevara a cabo la primera sesión en la Cámara de Diputados y que hoy se sometiera a votación, pero el Congreso no se reunirá hasta el martes próximo y la incertidumbre en el sector pesquero aumenta, dado que en el dictamen de mayoría se mantienen las modificaciones a la Ley de Pesca que incluyen la licitación de cuotas.

Durante el día de ayer, mientras en las calles se llevaba a cabo el primer paro de la CGT con adhesión total de los gremios marítimos y portuarios, circularon distintas versiones del dictamen. En algunas no aparecía el Título dedicado a la pesca y en el sector hubo alivio; pero la alegría duró poco. Por la tarde se conoció el dictamen de mayoría en el que las modificaciones al Régimen Federal de Pesca se mantenían, aunque con mínimos retoques.

En la nota elevada por el Ejecutivo, según ha difundido CAIPA en un crítico comunicado, se admitió que “es sano escuchar, corregir, aprender”, y  en lo que refiere a pesca se indicó: “Un recurso natural que es de todos los argentinos es explotado sin que la población pueda apropiar la parte de la renta que le corresponde. A título de ejemplo, las regalías en langostinos son de alrededor 0,3% y los de merluza hubbsi son de alrededor del 0,15%. Este es el problema que urge resolver. De esta manera el proyecto propicia la licitación de las cuotas pesqueras”.

Desde CAIPA le informaron al gobierno que el langostino no está cuotificado, “por lo cual hasta que se logre realizar la misma va a ser imposible licitarla y en relación a la especie merluza, tampoco tiene en cuenta que si el valor que se paga es bajo, ello es por exclusiva culpa de la ineficiencia del Estado”.

En el texto final, el artículo 27 de la Ley de Pesca que establece los parámetros meritocráticos de la cuotificación fue reemplazado por el siguiente: “El Consejo Federal Pesquero podrá establecer una cuota de captura por especie. Las cuotas de captura serán asignadas por la autoridad de aplicación a través de un sistema de licitaciones, adjudicándolas a quien aporte el mayor arancel para la captura determinada”. Establece, además, que las cuotas se licitarán por diez años y que “cada empresa o grupo empresario podrá ejecutar su cuota de captura mediante cualquier barco que tenga un permiso de pesca”.

Por lo demás se mantienen las modificaciones ya conocidas, respecto del aumento de las atribuciones del Subsecretario en desmedro de las que tiene el Consejo Federal Pesquero, el acceso a los permisos de pesca, las condiciones para el charteo y la liberación del vínculo comercial con Malvinas.

Respecto de estas modificaciones desde CAIPA han señalado que demuestran “que no se han tenido en cuenta los otros artículos de la Ley Federal de Pesca que se mantendrían vigentes, ya que al modificar las atribuciones y competencias del Consejo Federal Pesquero y de la autoridad de aplicación, lo hace con un criterio que solo logrará que ni el Consejo Federal Pesquero ni la autoridad de aplicación, sepan dentro de qué ámbito se deberán desempeñar”.

También critican que se han “olvidado considerar todo lo que la pesca, sin intervención alguna del Estado y compitiendo en todos los mercados del mundo, logró que las exportaciones argentinas superen los U$S 1.800.000.000, por año” y que por ello se abonaron U$S 90.000.000 anuales en retenciones. “Además de haber realizado millonarias inversiones en plantas y barcos en todo el litoral atlántico y generando trabajo en forma directa para más de 40.000 personas”.

Finalmente indicaron que la Cámara de la Industria Pesquera Argentina “queda a la espera de que al producirse el debate parlamentario de la ley, todos los legisladores que entendieron las razones que se le brindaron para considerar totalmente inconveniente el proyecto presentado, cumplan con su palabra y voten rechazando en su totalidad todo lo referido a la pesca”.

Por su parte el profesor César Lerena, al ser consultado, señaló: “El dictamen de mayoría de la Cámara de Diputados mantuvo vigentes los artículos 211 a 220 de la reforma a la Ley de Pesca vigente. Ello significa, por un lado, poner en grave riesgo a la actividad pesquera e industrial naval y la consecuente pérdida de empleo; por el otro y gravísimo, dar la posibilidad por la derogación de la ley 26.386 que buques que pescan con licencia británica en Malvinas puedan hacerlo en el resto de las aguas argentinas del Atlántico Sur y viceversa. Confío que durante el tratamiento en particular de la ley en el recinto no se apruebe el Capítulo completo de Pesca. Dependerá de los diputados de Unión por la Patria, el bloque que preside Pichetto, los radicales y algunos del PRO. Entiendo que ninguno de estos podría acompañar semejante esperpento».

Con este dictamen de mayoría queda claro que los diputados aliados no lograron que se eliminara el Título de la Pesca como pretendían y es de esperar que voten en contra; pero por el momento lo que reina es la incertidumbre. La relación con el gobierno parece tensarse con este grupo de diputados, especialmente con los del bloque que conduce Miguel Pichetto, Hacemos Coalición Federal, pero esto no garantizaría un triunfo para el sector pesquero.

Para varios, el gran error fue abrir la puerta a una negociación en lugar de mantenerse desde un primer momento inflexibles. La reunión que mantuvieron a principios de enero el intendente de Mar del Plata, el gobernador de Chubut y representantes de Solimeno y Moscuzza con Guillermo Francos, habría sido un paso mal dado en esta historia.

“Montenegro y Nacho Torres estuvieron muy muy mal en la primera reunión. Se cortaron solos y dijeron pavadas y aunque ahora se desdigan el daño está hecho”, dijo indignado al revisar lo actuado, un importante empresario pesquero. Lo mismo piensan algunos diputados, que consideran que se abrió una puerta a la que nunca se le debió haber quitado el cerrojo.

De aquí al martes solo restan dos días laborables, pero parecerán una eternidad y es probable que el debate se extienda, según anticipó el presidente de Cámara de Diputados, Martín Menem, por al menos tres días antes de la votación. En el sector pesquero ya están agotados, pero dadas las circunstancias deberán seguir moviéndose, para sumar votos y lograr que en la votación en particular al menos 129 diputados se pronuncien en contra del Título III del Capítulo VIII.

Revista PUERTO.

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