El ex suboficial primero José Oscar Gómez fue destituido de la Armada en 2010 cuando denunció a la cúpula de la Armada por serias irregularidades en la reparación de media vida de los submarinos de la Marina, entre ellos el ARA San Juan , especialmente en las baterías. La denuncia fue archivada de inmediato por el ex juez federal Norberto Oyarbide .
“Yo trabajé en el astillero Domeq García como jefe de Seguridad. Hice algunos trabajos, estuve ahí, no me lo contó nadie”, dijo ayer a La Nación José Gómez, que ahora vive en Bahía Blanca.
Según la carátula de la causa archivada, de la denuncia por defraudación, asociación ilícita y malversación de caudales públicos tuvo como imputados al ex jefe de la Armada almirante retirado Jorge Godoy, y a algos mandos como Jorge Fernando Dacharry, Ricardo José Dasso, Efrain Lepron y Carlos Ferraro, con distintas responsabilidades en los astilleros Domeq García y Tandanor.
El ex marino expulsado asegura que esas irregularidades y corrupción no necesariamente hayan sido los motivos de la desaparición del submarino ARA San Juan. “Hay que ser muy prudentes”, advierte. Pero no tiene dudas de que “las fallas técnicas de las unidades de la Armada tienen conexión con la corrupción”.
El ARA San Juan se perdió en el Mar Argentino el miércoles 15, tres horas después de su último contacto, con 44 tripulantes a bordo. La Armada informó una explosión.
Gómez dijo que entre 2004 y 2008 denunció irregularidades “en la contratación de empresas simuladas para trabajos que luego hacían marinos”, no obstante lo cual cree que “había sopreprecios y que muchos cobraron una parte”.
Primero hizo una presentación administrativa ante el Ministerio de Defensa, que conducía Nilda Garré, pero ante la falta de resultados fue a la Justicia. Señalo que la “cara visible de esas empresas autorizadas ante la AFIP era Daniel Adrián Fornés”.
Según publicó Clarín, en la causa archivada consta que Gómez señaló también que “los trabajos de menor entidad le fueron adjudicados a una firma denominada Marena SRL, propiedad de Claudio Di Bartolo”. Y que había involucrado en la maniobra a la empresa Terminal Panamericana.
-¿A usted lo pasaron a retiro por denunciar irregularidades en el astillero Domeq García?
-No, fue peor que el retiro. Me destituyeron. Me sacaron el grado militar y todos los beneficios que ello conlleva.
-¿Qué fundamento usaron para ello?
-La figura que usaron fue insubordinación. Después de 27 años se dieron cuenta que yo era un militar insubordinado después de prestar servicios en todos los destinos del país, en Chipre por Naciones Unidas y en Dinamarca con un concepto alto. Tenía entonces el grado de suboficial primero de la rama de Infantería Marina.
-¿Qué lugar ocupaba al momento de su destitución?
-El detonante fue denunciar todos los hechos de corrupción del astillero Domeq García y Tandanor. Despues me dieron el traslado al sur, a Puerto Belgrano. Y ahí me empezaron a perseguir ferozmente. Muy terrible todo. En 2010 me destituyeron.
-¿En el momento donde usted denuncia donde estaba destinado?
-En el astillero Domeq García. Cumplía la función de jefe de Seguridad. El comandante del astillero era el capitán de navío Dacharry y el capitán de navío Dasso, en la época de la ministra Nilda Garre. Yo llegué en 2004 y estuve hasta 2008. Los hechos que denuncié eran a fines de 2006 principios de 2007. Primero colecté las pruebas y presenté en sede administrativa la denuncia de presuntos hechos de corrupción, de mantenimiento y una serie de irregularidades en el Ministerio de Defensa. Como no tuvo fruto, lleve la causa en sede penal y el juez Norberto Oyarbide archivó la causa.
-¿Quien era el jefe de la Armada?
-Era el almirante Jorge Godoy, es el primero denunciado a la cabeza.
-¿Hubo responsabilidades políticas?
-Luego de investigar, yo encuentro presuntas culpabilidades y responsabilidades políticas de la ex ministra Nilda Garré y podría estar involucrado su hermano, jefe de gabinete del Ministerio, Raúl Garré. Tenía conexión con el astillero Tandanor. No me queda duda, pero lo presumo. El Domeq García y Tandanor se fusionaban. Los empleados iban de uno a otro. Eran casi el mismo astillero.
-¿El jefe civil del astillero de Domeq García quien era?
-Presumo, no lo tengo probado, pero es el mismo Raúl Garré.
-¿Cuáles fueron los hechos que usted denunció?
-Mantenimiento que se decía que se hacía con empresas que en realidad lo hacían los marinos. Contrataciones de un servicio. En realidad entraron a jugar personas que tenían conexiones con la Armada que fueron o retirados o civiles que son monotributistas o tienen situaciones ante la AFIP que podían facturar. La simulación de empresas que podían contratar.
-¿Cuáles eran esas empresas como se llamaban?
-Uno de los que daba respaldo para facturar era Daniel Adrian Fornes. Es un civil que en su momento era creo que teniente o cadete de la Escuela Naval, compañero de promoción de los más altos rangos de almirantes hoy y retirados.
-¿Daniel Fornés era la cara visible de una de esas empresas?
-Si, era uno de los tantos que facturaba.
-¿Esas empresas tenían algún tipo de antecedentes para reparar submarinos?
-Los trabajos los hacían los propios marinos. Eran presuntas empresas simuladas, pero se hacían los trabajos de media vida, batería y demás. El que estaba autorizado legalmente era este señor Daniel Fornes, acreditado ante la AFIP para operar y facturar. Yo espero que este expediente que se archivó lo pidan en el Ministerio de Defensa o la jueza que investiga la causa.
-¿Usted hizo la denuncia y cayó en el juez Oyarbide?
-Al principio era Guillermo Montenegro, que ahora es diputado nacional de Cambiemos. Y después cayó en subrogancia del juez Torres, luego de Bonadío y por ultimo lo tomó Oyarbide, quien archivó la denuncia.
-¿El hecho de que los trabajos en lugar de las empresas lo hicieran los merinos que podía implicar?
-Quiero ser muy justo. No quiere decir que los marinos no hagan bien su trabajo, pero no son los trabajos que se deberían llevar a cabo. Por ejemplo, si dice cambio de batería debería ser cambio de batería, no mantenimiento. O sea los marinos pueden hacer bien el trabajo, pero no son el personal idóneo para reparar esos submarinos y hacer ese mantenimiento.
-¿Cuando usted estaba qué buques estaban en reparación?
-Cuando yo entré, el ARA San Juan estaba terminándose de reparar e inmediatamente entró el submarino ARA Salta.
-¿Y el San Juan siguió hasta el 2014?
-En el 2014, entiendo que se hizo un mantenimiento nuevamente. Yo de ello no le puedo precisar datos porque no estaba.
-¿Los trabajos que se hicieron de manera irregular son de las baterías?
-Concretamente sí, en las baterías y otras partes, lo he visto.
-¿Se compraron materiales que no fueran los originales que había que poner?
-Yo le podría poner en potencial, que sí. Pero esto no tengo la certeza.
-¿Sabe si esos trabajos fueron certificados y avalados por los fabricantes?
-No creo, porque una empresa era alemana. Lo que tengo preciso es que hubo un dinero que se repartió entre la gente, algunos marinos, por este sobrante de este tipo de trabajo. No sé si me entiende.
-¿Hubo sobreprecios?
-Seguro. Si. Es lo que le puedo decir.
-¿La empresa alemana que usted dijo que tenía que actuar era la empresa Thyssen?
-Sí.
-¿Y esa empresa avaló el trabajo?
-No creo que haya avalado el trabajo. No tengo conocimiento.
-¿Cuando fue desplazado del astillero?
-En 2008. Fui dado de pase al sur a Puerto Belgrano. Y ahí empezaron los sumarios administrativos. Y en estos obviamente estaba el almirante Godoy, el almirante Benito Rótolo, el almirante Salvador Olmedo.
-¿Usted cree que estas irregularidades pueden ser el motivo del accidente del ARA San Juan?
-Voy a ser muy prudente. No descarto ninguna hipótesis de lo que pudo ocurrir con el submarino San Juan. Pero que las fallas técnicas de las unidades de la Armada tienen conexidad con corrupciones endémicas no le quepa la menor duda. Hay conexidades con todo. Pero quiero ser muy respetuoso y prudente con respecto al submarino San Juan. No podemos decir que están muertos cuando no se encuentran los cadáveres.
-Lo que usted denuncia puede no tener relación con lo que pasó con el San Juan pero el hecho es que había corrupción y mal mantenimiento.
-Había corrupción. ¿Usted escuchó que en este tiempo un jefe naval haya dicho mi buque no sale a navegar porque no está en condiciones óptimas de mantenimiento? Nunca. Hay complicidades, hay genuflexión. Hay una cadena de responsabilidades. Si hay un mal mantenimiento hay alguien que no supervisa o que hace la vista gorda.