Primero nos prometió un NUNCA MAS al déficit presupuestario y al endeudamiento provincial, atribuyéndole a la gestión Solá la responsabilidad por los más de 2000 millones de pesos que por entonces tenia la Provincia anualmente de rojo. Sosteniendo a la par que el endeudamiento durante su gobierno sería a 0 (cero). Hoy pasados los cuatro años de su gestión, los resultados no se ajustan a lo anunciado y los logros en materia de desendeudamiento nos muestran un déficit en aumento, superior a los 10.000 millones de pesos en el año 2011, con una toma de créditos por más de 600 millones de dólares a una tasa superior a los dos dígitos en dólares. Una vez más es peor el remedio que la enfermedad y son los ciudadanos bonaerenses los que, ARBA de por medio, deben hacer frente las contingencias de estar pagando un crédito con tasas carísimas, escuelas maltrechas, rutas en pésimo estado y una salud declinante, que hace recordar a Ramón Carrillo como un predicador olvidado.
Su segunda promesa fue un combate frontal a la delincuencia, con tolerancia cero y DELINCUENCIA también CERO. Para ello removió las cúpulas policiales, unificó las áreas de Seguridad y Justicia, denostó el garantismo de su predecesor Arslanian, y anunció reformas al Código de Procedimientos penales que nunca concretó. El número de cárceles se mantuvo incólume con el personal de Penitenciaria a pleno y con espectaculares procedimientos -televisión paga mediante- que a poco de apagarse los focos, dejaban todo igual. Como salvavidas en los momentos difíciles le pidió a su jefe Anibal, fuerzas de la Prefectura y/o la Gendarmería que así como llegaban, así se marchaban, Hoy 4 años después, la delincuencia 0 es algo inexistente y lo que antes definían como “percepción de inseguridad”, hoy es aceptado pacíficamente como un aumento de la delincuencia y como un fracaso de la política provincial en la materia. Mar del Plata-para algunos es el nueva Chicago Argentina- es el más fiel ejemplo de la ineficiencia provincial, duplicando en estos 4 años su índice de criminalidad.
Y su tercera promesa fue acabar con los narcos y ERRADICAR la DROGA de la Provincia jerarquizando al personal que día a día lucha contra la enfermedad y poniendo énfasis en la prevención y contención de los que sufren la situación. El resultado fue desmantelamiento de las unidades provinciales del Centro de Adicciones, con sueldos en negro y funcionarios cajeros, el desdoblamiento -y con ello la dispersión, de la justicia interviniente sin mejoramiento alguno del tema. Tampoco se descubrió ninguna de las pistas de aterrizaje que a lo largo y a lo ancho de la provincia pululan para satisfacción de los narcos. Es decir, la más peligrosa de las actividades sigue vivita y coleando en nuestra Provincia sin que haya atisbos cercanos de su aniquilamiento Y CON UN AUMENTO DE LOS CONSUMIDORES NOTABLE.
Por último, hubo una promesa tácita, que se descontaba su cumplimento y que era el pago de su señora Karina, de los 2 millones de dólares que le debe al Banco Provincia en concepto de préstamo para su empresa. De esto tampoco hubo cambios y todo está como era entonces. Ni pagó ni ofreció pagar y es que realmente el Gobernador es un estudiante enamorado, con hoy, una promesa y mañana, una traición. Como la letra del tango aunque con música de tragedia para los que lo escuchan y sufren.
Dr. Eduardo Romanín
Candidato a diputado por Proyecto Sur en la 5ª. Sección Electoral.