El diputado nacional Ricardo Alfonsín examina cada calificativo, no intenta la confrontación sino la unidad. Pero es indudable que su posición, apunta a desplazar a muchos de los mariscales de las derrotas del radicalismo. Enfrenta a sectores muy afines a las estructuras burocráticas, que no se han renovado en los últimos años. La importancia del afiliado radical en una interna, que puede marcar una tendencia para la nominación de candidatos para intendentes, gobernador y fórmula presidencial para el 2011.
En el fin de semana largo, visitó diez distritos de la Quinta Sección Electoral. Su presencia en Mar del Plata, dejó puntos en claro. El fallo de la justicia que revirtió el uso de padrones adulterados, un vicio letal del sistema democrático, que auspician Gustavo Posse, punteros de Julio Cobos, Leopoldo Moreau y Federico Storani.
-¿Porqué fracasó la unidad en la interna partidaria de la provincia?
-“En primer lugar no es que una elección interna sea lo opuesto a la unidad. Porque eso sería como decir que cada vez que llamamos a elecciones en la República Argentina estamos conspirando contra la unidad de los argentinos. Pero podría haberse resuelto a través de acuerdos que dejaran satisfechos a todas las cuestiones que hay por resolver. Se vencen los mandatos de las autoridades del Comité Provincia. Nosotros hicimos una propuesta que creo que era muy generosa, porque incluso quedábamos en minoría, lo que queríamos discutir era qué tipo de partido poníamos en marcha hacia delante. Cómo hacíamos para corregir los errores que hemos cometido y que explican el hecho que en la provincia de Buenos Aires, en particular en el Gran Buenos Aires, hayamos registrado desde hace años esta especie de espiral deflacionaria descendente. En el Gran Buenos Aires es muy mala la performance del partido y creo que esto tiene que ver con muchos errores que hemos cometido desde la conducción provincial. No comprendieron la necesidad de producir cambios, de renovar el partido y tenemos que ir con Miguel Bose, que es el candidato a presidente del comité de la provincia por la lista 27, el 6 de junio, en donde los afiliados tendrán que decidir quienes encaran la renovación, si las viejas estructuras y los antiguos dirigentes, o este espacio de renovación que además tiene su correlato a nivel nacional. Si nosotros no nos recuperamos en las provincias es muy poco probable que accedamos al gobierno nacional”.
-¿Cómo debe interpretarse entonces la utilización indebida de padrones, sobre los cuales la justicia ya se ha expedido, haciendo lugar a la denuncia?
-“La justicia había dicho antes que había que depurar los padrones porque hay doble afiliaciones. Había ordenado que esas personas que posteriormente se habían afiliado a otros partidos fueran excluidos del padrón radical. No lo hicieron en la junta Electoral, dijeron que no tenían tiempo, fuimos a la justicia otra vez y finalmente nos dio la razón. Los padrones son las garantías de la transparencia del comicio”.
Los Kirchner, Macri y el bicentenario
-“Nosotros tenemos que transitar desde la democracia política hacia democracia social. La democracia todavía no se ha realizado sustancialmente. El derecho a votar, a elegir, a expresar libremente nuestras ideas es muy importante, porque además nos permite luchas por otras cosas que tiene que ver con la igualdad. La democracia se realiza recién cuándo se puede vivir en la Argentina mucho más digna. Cuándo se alcanzan niveles de dignidad de los que estamos muy lejos todavía. La principal de la responsabilidad de la política es trabajar para construir una sociedad lo más equitativa. Si no crecemos, si no progresamos, si no nos desarrollamos no se va a poder cumplir”.
-“El radicalismo es una fuerza política histórica que aspira a aportar a la Argentina, las transformaciones y los cambios sociales que sean necesario. Después decidirá la sociedad si acepta nuestras propuestas, acerca de lo que hay que hacer en la Argentina para empezar a cambiar la historia de la decadencia”.
-“En primer lugar no me gusta hablar de clases políticas, pero creo que hay algunos que si y otros que no. Me parece que se comete el error de confundir la envestidura de la institución, de la cosa pública, con las cuestiones personales. En el caso del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, yo me tengo que olvidar de él. Acerca de esas declaraciones que hizo el “le va a costar mucho y la va a pasar mal estando dos horas con el ex presidente”, las debería haberlas obviado Macri. De la misma manera, la presidenta de la Nación. Uno como político debe tratar de llevar a la función pública la menor cantidad posible las cuestiones personales. Si no se hace muy difícil. Tenemos que tratar de postergar cualquier división, no tiene porque saber la sociedad lo que siente uno respecto del otro. La sociedad está harta de que nos descalifiquemos y de la agresión entre los dirigentes políticos”.