Fin de semana de alto voltaje emocional, inicio del mes de abril con presencia en las calles de nuestra patria por diferentes motivos, pero con un factor común, el profundo amor por nuestra tierra.
Ayer (por sábado), en lo que constituyó una de las más grandes muestras de civismo en lo que fue la multitudinaria marcha en casi todas las ciudades del país en reclamo y apoyo a la vez al gobierno por el mantenimiento de nuestras libertades republicanas.
Hoy, profunda y venerada recordación a nuestros héroes de Malvinas a los que volvieron con gloria y a los que quedaron en esa tierra irredenta como silenciosos custodios de lo que alguna vez será el bastión insular de la afirmación de nuestra soberanía en el Atlántico Sur.
Para aunar y consolidar ese mencionado factor común por el que millones de argentinos de bien se han pronunciado, no debemos distraernos (el enemigo interno acecha permanentemente y con un desembozo digno de aquel que siente el poder de la impunidad) y exigiremos a nuestros gobernantes la responsabilidad histórica de velar por la paz y seguridad de quienes se la han conferido.
Mañana empieza una nueva etapa, y a no dudarlo será tanto o más dura que estos 16 meses transcurridos. Nuestro Presidente y su staff cuentan con una segunda oportunidad otorgada por este cuasi plebiscito callejero del 1A.
No lo desperdicie, Mauricio querido; aplique o haga cumplir la Ley en toda su dimensión y utilice, como se lo pedí ya en varias oportunidades, las atribuciones que le confiere nuestra Constitución Nacional.
Nuestro pueblo ha plebiscitado en el día de ayer su gestión, con varios pedidos puntuales que usted ya conoce.
La segunda oportunidad está en marcha.
Alberto Valente.