Un grupo multidisciplinario de especialistas pertenecientes al Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS-CONICET, UNMDP) publicó recientemente el segundo informe sobre la situación local. Esta nueva etapa de evaluación fue llevada a cabo durante el mes de octubre, cuando el Partido de General Pueyrredon se encontraba en fase 3 del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, con circulación comunitaria del virus.
El informe realizado por el proyecto “Monitoreo y seguimiento de estrategias para minimizar la circulación de la COVID-19 en el Municipio de General Pueyrredon” fue una de las elegidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación a través del Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19, que busca fortalecer las capacidades de provincias y municipios.
Dentro del estudio se realizó el relevamiento a partir de datos censales y también encuestas bimestrales a determinados actores sociales, entre los que se encuentran referentes de los Comités Barriales de Emergencia (CBEs) y de comedores y merenderos de barrios en situación de vulnerabilidad. Estos testimonios reflejan fielmente de qué manera la pandemia profundizó las problemáticas preexistentes y generó nuevos conflictos en las comunidades analizadas. Pero también pusieron de manifiesto la forma en que esos desafíos fueron enfrentados por la red de actores políticos y sociales territoriales en relación con los distintos niveles del Estado y con otras instituciones y asociaciones.
Como resultado de este proyecto se generaron mapas temáticos que georreferencian indicadores de vulnerabilidad social –como la población mayor de 65 años, su calidad de vida, las necesidades básicas insatisfechas – y gráficos que reflejan la evolución e incidencia de la pobreza e indigencia y la composición etaria de la población en el Partido de General Pueyrredon en comparación con la Región Pampeana.
Entre las principales conclusiones del informe se encuentran la importancia de las organizaciones nacidas de los propios barrios en el contexto pandémico, la eficiencia de los CBEs a través de su acción continua y permanente, estrechando la relación entre Estado y el entramado de organizaciones sociales, asociaciones e instituciones de la ciudad. Mientras que los comedores y merenderos, generalmente administrados por mujeres, fueron el eslabón de articulación más directa entre vecinos y los CBEs.
El informe muestra, entre otros resultados, que las desigualdades socio-territoriales de la zona son mayores que en el relevamiento anterior, ampliando la brecha en la calidad de vida de la población. Según los datos analizados más de la cuarta parte de la población del Partido habita en espacios con deficiencias y riesgos materiales e inmateriales que reducen marcadamente sus niveles de bienestar.
La presencia de la COVID-19 profundizó los problemas de acceso a la salud y a las fuentes laborales, problemáticas preexistentes a la pandemia pero que ahora se complejizan aún más. Hay familias enteras que sufren el aumento de despidos y ante la posibilidad de un contagio surgen deficiencias del sistema de salud: acceso, transporte, horarios, seguimiento de casos COVID-19 positivos. La totalidad de las personas entrevistadas coincidió en que desde el sondeo anterior se sumaron casos de familias que merecerían una mayor asistencia por parte del Estado, cuyas principales demandas son la asistencia alimentaria y el acceso a la salud.
El 70 por ciento de las personas consultadas contestó que no dispusieron de lugares apropiados para permitir el aislamiento en caso que las condiciones de las viviendas no sean adecuadas y en un mismo porcentaje los vecinos no tienen acceso a los elementos que aseguren higiene -jabón, lavandina, alcohol- y no se les ofrecieron soluciones a esas necesidades por parte del Estado.
En comparación con el primer informe, realizado en agosto, se han modificado el orden de las prioridades. En el relevamiento anterior la situación alimentaria era la necesidad con mayor importancia por parte de los vecinos y vecinas, mientras que en la segunda consulta, y en medio de un alza en la curva de contagios debido a la circulación comunitaria del virus, la mayor prioridad resulta ser la situación deficitaria de los servicios de salud.
El informe, al que se puede acceder a través del siguiente link: https://www.observatoriopolitico.com.ar/segundo-informe-tecnico-covid-19-mgp-2020/ está acompañado además por tres apéndices complementarios, en los que se aborda la evolución de la pandemia a nivel mundial, el diagnóstico sobre el modo en que se transitan la pandemia y la crisis sanitaria, alimentaria y laboral en los barrios y un tercer apartado con el análisis del intercambio sobre coronavirus en Mar del Plata entre usuarios de la red social Twitter. Este último abordaje se realizó mediante una aplicación de la lingüística computacional y del procesamiento de textos -denominada “minería de textos”- que pretende facilitar la identificación y extracción de nuevo conocimiento a partir de colecciones de documentos o corpus textuales.
El grupo interdisciplinario que lleva adelante el proyecto comparte un fuerte compromiso buscando un nexo con las instituciones que pueden tomar decisiones políticas que mejoren la calidad de vida de la gente, explica Marcel Ferrari, directora del proyecto, quien manifiesta vivir con preocupación la repetición de las demandas en los diferentes relevamientos.
Por Daniela Garanzini-Departamento de Comunicación CONICET Mar del Plata