La OTAN rechazó ayer la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea en Ucrania, lo que demandaba el uso de aviones de combate de esa organización, y sus responsables señalaron que no podían acceder a ese pedido del presidente ucraniano Volodimir Zelenski porque “la OTAN no es parte de la contienda bélica” y su misión actual es “asegurar que los efectos de la guerra no se extiendan al resto de Europa y sus naciones aliadas”.
El encargado de dar esas excplicaciones fue en conferencia de prensa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras una reunión especial de los ministros de Defensa de la organización, celebrada apenas horas después de que tropas rusas supuestamente atacaran la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania.
“No vamos a entrar en Ucrania ni por tierra ni por los espacios aéreos ucranianos”, sostuvo Stoltenberg, indicando que “la única forma de implementar una zona de exclusión aérea era el envío de aviones de la OTAN, aviones de combate al espacio aéreo ucraniano y luego imponer esa zona de exclusión aérea derribando aviones rusos”.
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