Los padres de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años abusada y asesinada el 4 de febrero de 2001 en Miramar, declararon en la primera audiencia del segundo juicio al ex sargento de la Policía bonaerense, Ricardo Panadero, el cuarto efectivo acusado por el hecho.
Laura Calampuca, la mamá de la víctima, reclamó hoy mayor celeridad a la Justicia que “está tardando 22 años” en resolver el crimen, y sobre el acusado, aseguró que “si hubiera sido un civil, ya estaría preso”. En su testimonio ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 marplatense, Calampuca expresó que su hija “era una criatura sumamente inocente” y que la sigue “esperando hasta el día de hoy”.
Por su parte, el padre de la menor, Gustavo Melmann, declaró que el crimen fue “un femicidio en manos del Estado” y que “todos los que asesinaron a Nati lo hicieron con el afán de divertirse”.
Calampuca recordó además que, en las primeras horas posteriores a la desaparición de Natalia, la policía no les permitía “buscarla ni dar difusión a su búsqueda”, y que no los dejaban ingresar al Vivero Dunícola, donde finalmente fue hallado el cadáver.
“Los mismos policías que la habían asesinado venían a buscar a mis hijos para ir a buscar a Natalia”, dijo ante los jueces Néstor Conti, Mariana Iriani y Juan Galarreta, y agregó: “Estos tipos seguían libres, amenazando a todo el mundo, y seguían dirigiendo la comisaría”.
Calampuca y Melmann fueron los dos primeros testigos del juicio a Panadero, quien es sometido nuevamente a proceso por el hecho, luego de que el Tribunal de Casación Penal provincial anulara el fallo en el que resultó absuelto en julio de 2018 y ordenara la realización de un nuevo debate oral.
Panadero, quien estuvo presente en la audiencia, es el cuarto policía acusado por el crimen. Su caso no formó parte del juicio en el que los otros tres agentes, Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez, fueron condenados a prisión perpetua en septiembre de 2002, porque fue sobreseído antes.
El ex sargento está imputado por el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa”.
Si bien fue juzgado y absuelto en 2018, el fallo fue apelado por la Fiscalía General marplatense por entender que “existió una apreciación incorrecta del material probatorio” y también por los abogados de la familia, por considerar que “se realizó un análisis sesgado y arbitrario de los elementos probatorios”, en especial de una prueba de ADN realizada sobre un vello púbico hallado en el cuerpo de la menor, que indicó que “se detectó compatibilidad con el análisis correspondiente a Panadero”.
A partir de estos recursos, el 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación Penal bonaerense anuló la absolución y ordenó la realización de otro juicio.
Nuevo juicio
La primera audiencia del nuevo debate oral se inició minutos después de las 09:30 en el primer piso de los tribunales marplatenses, con la exposición de los lineamientos de la fiscal Ana María Caro, quien aseguró que buscará demostrar la coautoría de Panadero en el secuestro y el abuso sexual de la menor, y su participación necesaria en el homicidio.
El planteo fue acompañado luego por los abogados Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi, quienes representan a la familia de la víctima en calidad de particular damnificado, aunque en su caso aseguraron que tratarán de probar la coautoría del acusado también en el homicidio.
La defensa particular de Panadero, encabezada por Lautaro Resúa, sostuvo en tanto que el ex sargento “no participó de los hechos que tuvieron a Natalia Melmann como víctima”.
En la primera audiencia, además de los padres de la víctima, declaró un testigo de identidad reservada de la causa, que era menor de edad al momento del crimen, y aseguró que vio cómo Natalia era subida por la fuerza a un móvil policial.
El testigo declaró que la adolescente fue introducida en el móvil y que pudo identificar a todos los efectivos, porque frecuentaban el taller mecánico de un familiar suyo, donde él trabajaba.
El juicio continuará el martes con los últimos cuatro testigos propuestos por la acusación, mientras que el jueves declararán los cuatro convocados por la defensa, y el viernes podrían presentarse los alegatos de cierre.
El crimen de Melmann ocurrió el 4 de febrero de 2001 y provocó la reacción de la comunidad local, que realizó junto a la familia múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso.
Fuente: DIB con información de Télam