La historia de Marcelo Tinelli como dirigente de fútbol está a horas de terminar de la peor forma. El conductor y empresario que se encuentra de licencia de su cargo de presidente de la Liga Profesional, se va acorralado por las presiones de un escenario que nunca le fue cómodo ni fácil de manejar. Tinelli se irá en el corto plazo de un lugar que ambicionó con el correr de sus días como dirigente con una devastadora sensación de derrota en la piel.
Antes San Lorenzo, después la AFA y ahora la presidencia de la Liga Profesional: todo puso al hombre de Bolívar al borde del knock out, todo lo desgató a sobremanera, todo lo abrumó y eso fue suficiente para que sus rivales internos (algunos visibles otros encubiertos) huelan la sangre y vayan por él. Su propio cuerpo le dio una señal de alarma en 2017 cuando debió solicitar una licencia de 18 meses a su antiguo cargo en AFA (vicepresidente de Selecciones y Coordinador de Estatutos y Convenio de colaboración de la Superliga) cuando también era presidente de San Lorenzo. “Lo más importante es la salud, y algunos episodios que sucedieron en estos últimos días precipitan esta decisión. Después de muchos años, siento la necesidad de alejarme del mundo del fútbol por un tiempo”, dijo por entonces como si haber sido partícipe del 38 a 38 en 2015 no le hubiese alcanzado para notar con qué bueyes araba.
Los socios del Ciclón, agradecidos de por vida por la conquista de la añorada Libertadores, también le han soltado la mano a un tipo que ha buscado controlar todo y que el tiempo le ha demostrado que, al menos en este país, al menos con estas dirigencias (políticas y deportivas) nunca podrá ser soberano. A Tinelli le tiraron de las orejas cuantas veces pudieron y nunca le perdonaron su perfil de empresario exitoso.
El mundo del fútbol le mostró los dientes en aquel 2015 donde buscó quedarse con el sillón que había dejado vacante la muerte de Julio Grondona. Nadie tenía la capacidad por entonces de asumir semejante espacio. Era demasiado poder concentrado, una suerte de guantelete de Thanos para cualquier terrenal. Tan cierto es que nadie estaba lo suficientemente preparado (por contexto y por capacidad) como que al día de hoy se cuestiona aún el ciclo de Claudio Tapia pese a cortar la sequía sin títulos.
La AFA, la Liga Profesional o el nombre que se le quiera poner, nunca serán un terreno abierto al diálogo y las nuevas ideas de este tipo de personalidades. El núcleo duro grondonista; el Ascenso Unido detrás de Pablo Toviggino y el propio Tapia, son huesos demasiado duros de roer. Ni hablar del resto de la dirigencia futbolera de Primera, implacable a la hora de las dagas.
Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors y vice de la Liga Profesional, se puso al frente de la destitución del cabezón: “La falta de gestión se está llevando puestos a todos los clubes. Tinelli debe reconocer que evidentemente no tiene tiempo ni ganas de conducir este barco ”. Letal y contundente. Este fue el último golpe que recibió el hombre que terminó llamando a elecciones para el próximo 31 de marzo como quien tira la toalla desde un costado del ring.
Tinelli cometió errores por ambición, quiso manejar el fútbol desde distintos lugares y en ninguno pudo lograr el éxito que sí había logrado en la televisión y hasta aceptó una alianza con su enemigo público número 1, Mario Pergolini, con quien se fotografió en AFA junto a Tapia para explotar el mercado audiovisual y de redes en la Selección. Aquel deseo también duró un suspiro.
Tinelli tocó su techo dirigencial cuando le llevó la Copa Libertadores al mismísimo Papa Francisco y quizás esa altura lo haya mareado o confundido o ilusionado demasiado al punto de volverlo, quizás, casi un iluso. Quiso ir más arriba pero el mundillo político deportivo le cobró varias cuentas, entre ellas, la de poder tener a los candidatos en su mano cuando los hacía desfilar por su programa haciendo pasos de comedia.
A Tinelli le pagaron con la misma moneda. Lo utilizaron como títere, lo pasearon, lo desgastaron y ahora lo ven salir entregando los escudos en terreno propio y ajeno. No son pocos los que creen estar a mano.
Liga Profesional: 5 puntos clave de la carta de Marcelo Tinelli
– “Es tiempo de abordar temas que son esenciales. Y estoy convencido que para eso resulta indispensable estar más unidos que nunca como clubes de Primera División”,
– “Es por esta razón que, junto a los integrantes de la Mesa Directiva y del Consejo Directivo de la Liga, que acompañan esta nota firmada, invitamos a toda la dirigencia a iniciar conversaciones para buscar nuevas autoridades para la LPF”.
– “Hemos fijado la fecha del 31 de marzo de 2022 para las elección de nuevas autoridades de nuestra Liga, que completen el mandato vigente hasta marzo del 2024”
– “Deberán presentarse las listas de candidatos ante la Comisión Electoral de la Asociación del Fútbol Argentino el día 01 de marzo”.
– “Tal lo conversado con la mayoría de los clubes, permaneceré en el cargo de Presidente hasta tanto se elijan las nuevas autoridades. Confío en que ese escenario desemboque en una lista de unidad con el máximo consenso posible”.
Por Andrés Caviglia