Hoy el tablero del momento sacude la política y sólo emerge del mismo la criticada costumbre a la UCR de hacer internas. En esta ocasión, vuelve más
saludable al partido tradicional que lleva la democracia como emblema para dirimir disidencias internas. Un símbolo virtuoso sin dudas para el radicalismo.
Nadie podrá quitar esa bandera en el territorio bonaerense, con el acto puesto en marcha para el 21 de marzo próximo. Si bien son elecciones partidarias clavan referencias excluyentes en sus líneas políticas.
Es una pseudo compulsa que deja una tendencia y confiere una indirecta representación a quienes logren ser autoridades partidarias distritales, seccionales y provinciales.
Así en este escenario, quien deberá cargar la lapicera será Guillermo Montenegro surgido de la dedocracia de María Eugenia Vidal desde 2017, ejerciendo su condición de tutora política en el PRO dominante en Juntos Por el Cambio por aquellos días.
Hoy la discusión promete ser a primera sangre, entre los componente de la coalición que logró la intendencia de General Pueyrredón. Seguramente habrá también un lugar a salir de la Coalición Cívica. Nadie resignará una posición.
En el kirchnerismo María Fernanda Raverta ya es medida para encabezar la lista de diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires. La dejará expectante por otra parte para esperar el turno para la intendencia en 2023.
Si se concretan los planes de Máximo Kirchner, los heridos sacarán turnos para esperar las ambulancias que no van a llegar en la emergencia. Han tirado del mantel de una mesa que se viene destartalando apresuradamente.
La estructura del oficialismo en uso del poder nacional y provincial, es virtualmente una “pole positión” en una carrera hasta la primera curva. De hecho habrá varios borrados con anticipación o simplemente bajará la vara de las exigencias y el motor económico de los aspirantes puede ser determinante a la hora de los aportes.
Sin la participación ciudadana bajará la calidad, sin primarias se reduce una selección y la grilla se contamina inevitablemente. Los síntomas aparecen con el escaso aporte, que se observa desde el Concejo Deliberante, con el agravante de las sesiones virtuales donde ya se confunden quinotos con mandarinas. Y a algunos las sesiones virtuales, les cae de perlas para qué negarlo, por si hiciera falta mencionarlos.
Irrumpe en el cronograma electoral 2021 la suspensión inesperada de las PASO que explora el gobierno nacional, para no exponerse ante una elección que no le resulta necesaria.
La elección primaria, abierta, simultánea y obligatoria, es una suerte de interna que cae mal en el Kirchnerismo y no se celebrará ante el desgaste derivado de la pandemia, la mala situación económica, los desaciertos de la gestión como el fiasco de la expropiación de Vicentìn y un asfixiante proceso inflacionario que degrada los ingresos progresivamente.
La evidencia de un presidente de la Nación sin poder, puede traerle una pérdida de caudal electoral, de imprevisibles consecuencias a dos años de la culminación del mandato de cargos ejecutivos en 2023
La gran apuesta donde juegan a fondo y ya fuera del reglamento en todos los órdenes, es la expectativa que tienen con el avance de la campaña de vacunación para ganar terreno y prefieren ir directamente a la elección general, apelando a la instauración de una lista única donde se instalen los candidatos oficialistas.
En el plano local se puede trasladar a la inversa, ya que el intendente al estar enrolado en JxC podría verse debilitado, si el Kirchnerismo no se expone al desgaste, que supone la elección PASO, donde tiene más para perder que para ganar. Aunque el sello de Cambiemos como matriz será una vez más el mayor crédito de Montenegro.
Un dato no menor es el costo económico que para los candidatos demanda la competencia, lo cual bloquea aspiraciones e intentos de acceder a la renovación legislativa del 50 % de las bancas comunales, provinciales y nacionales en una sola elección general.
Esto es el terreno de las hipótesis, ya que habrá que ver cómo se reacomodan las demás fuerzas por ejemplo Acción Marplatense, donde Gustavo Pulti (su fundador) tendrá otra oportunidad a través de la legislativa.
Para el ex intendente será hacer pié en un trampolín que ya conoce y le permita repasar el tango Volver, a esta altura con la frente marchita, aunque sus dos concejales con bancas en el HCD han aparecido de labor criteriosa, con fundamentos, criterios y propuestas razonables.
Pulti irá por una cosecha de descontentos facilitada por las memorias de bajas calorías o simplemente ligh a la hora de evaluar gestiones pasadas.
Jorge Elías Gómez
Que lástima que al final el ex Intendente Mario Russak tuviese tenido razón, los marplatenses somos unos mediocres. No supimos valorar todo oo que hizo el Ex Intendente Gustavo Pulti… ?