Ante la multitudinaria protesta contra las políticas del gobierno, realizada el pasado jueves a lo largo y ancho del país, no dejan de sorprender, a pesar de que ya estamos bastante acostumbrados, las declaraciones descalificadoras de muchos personajes oficiales. Y sorprenden fundamentalmente por lo contradictorias, porque provienen de un sector político que se dice popular, que reivindica la expresión pública y la manifestación callejera como una forma legítima de acción política, pero claro, siempre que sea a su favor, o por lo menos en contra de sus rivales, cuando es en su contra no se trata de el ejercicio de ningún derecho democrático, sino una conspiración instigada por oscuras “corpos”, cuyo único fin es destituir al gobierno de los pobres y los desamparados.
No vamos a mencionar una a una las descalificaciones del kirchnerismo contra la expresión popular, pero a modo de ejemplo citemos por ejemplo al Jefe de Gabinete, quien dijo que los manifestantes eran los que recurrían a golpes militares, que solo querían mantener privilegios, que representaban a Clarín, o que estaban mas preocupados por lo que pasaba en Miami que en San Juan, claro, capaz que se refería al viaje que el intendente K de Florencio Varela hizo a esta Ciudad en primera clase, habría que ver cuantos dólares gastó, o cuantos le autorizó a comprarla AFIP.
O tomemos por ejemplo lo que dijo el Secretario de Cultura dela Nación, en San Juan, que la protesta tenía objetivos destituyentes, y también hizo referencia a “intereses”, algo curioso, teniendo en cuenta que a su lado se encontraba nada menos que el gobernador Gioja, el amigo de Barrick Gold y la mega minería, pero claro, si medimos a esta empresa por el canon que le cobran, debe ser una PYME. Hubo muchas expresiones mas, pero todas del mismo tono, intolerantes, pareciera que para el oficialismo cualquier expresión contraria, es una conspiración contra el gobierno y toda crítica está basada en falsedades, ya que no hay de que quejarse; este gobierno hace todo bien.
Pero la verdad es muy distinta, la manifestación del jueves pasado, fue legítima y fue masiva, y solamente reflejó el profundo descontento que se está gestando en la sociedad argentina contra el último tramo del gobierno de CFK, y se convocó principalmente por redes sociales, fue una expresión popular espontánea, y recordemos que la mayoría de los que hoy la critican, estuvieron a favor de las protestas en el 2003.
La gente protestó por muchas cosas, protestó contra el desprolijo encubrimiento de el vicepresidente Boudou, expropiando Ciccone, protestó contra la constante intromisión hacia las libertades individuales dela AFIP, liderada por Ricardo Etchegaray, el Ex_liceista dela Armadamal recordado por sus compañeros, el que en su época de estudiante militó enla UPAU( que respondía a Alvaro Alsogaray), el de los subsidios del ONCCA, y hora convertido en progresista, protestó contra Moreno, contrala Inseguridad, que el gobierno aparenta que no existe y que solo se trata de mala fe de los medios, contra la corrupción galopante y casi descarada reflejada hasta en las declaraciones juradas de los funcionarios de este gobierno, que son casi todos varias veces millonarios, mientras critican a la clase media, claro, ellos son de clase alta, comenzando por la misma presidenta. También se protestó contra la inflación, ridículamente ocultada por estadísticas oficiales, contra la negación permanente de la realidad, contra el doble discurso mediante el cual las cosas son buenas o malas dependiendo si son a favor o en contra del gobierno, como por ejemplo la reelección, contra la soberbia, contra el autoritarismo, en definitiva contra lo que hoy representa el modelo de CFK.
Pero el que mejor graficó y explicó la protesta, sus causas, el sentimiento y la indignación de una gran parte de la población, fue el mismo gobierno con su actitud ante la misma, la gente dijo Basta de intolerancia, y de autoritarismo, basta de ver al que opina diferente como a un enemigo mortal, basta de soberbia, basta de impunidad, basta de reescribir la historia de acuerdo a la conveniencia de turno, queremos la democracia, con sus virtudes y sus defectos, y que nunca mas en este país un gobierno pueda cercenar libertades que tanto nos costaron conseguir para perpetuarse en el poder, o para mantener sus propios privilegios.
MAXIMILIANO ABAD
Concejal