El juez federal Luis Rodríguez recibió este jueves un resultado negativo en el entrecruzamiento con la base de datos de Migraciones de la huella encontrada en una botella utilizada como bomba molotov en el ataque al diario Clarín, que motivó repudios de todo el arco político.
Previo a ese detalle, y también con resultado negativo, se había hecho lo propio con la base de datos de la Policía Federal, la fuerza encargada de la investigación por orden del juez federal que investiga el delito de intimidación pública.
En ese sentido, fuentes judiciales revelaron a NA que “uno de los nueve implicados en el hecho, a la hora de hacer las comparaciones morfológicas con la base de datos que tiene tanto la Policía Federal como la de la Ciudad, coincide en un 70 u 80 por ciento”, aunque aclararon que con eso “no alcanza”, ya que “puede variar mucho delas caras en la persona”.
Asimismo, remarcaron a Noticias Argentinas que “una vez que haya pistas en la identificación no se los va a ir a detener rápidamente”, porque antes se va a hacer “una inteligencia para determinar sus relaciones en redes sociales, dónde viven, qué hacen, dónde habrían estado el día de los hechos, si pertenecen a alguna agrupación, y otras cuestiones vinculadas a su posible actividad”
Lo único que se sabe hasta el momento es que la cantidad de atacantes fueron nueve, pero las pistas para identificarlos no son firmes. Entonces, se profundizará el trabajo sobre las imágenes tomadas por las cámara de seguridad aunque el hecho de que hayan actuado encapuchados dificulta ese labor.
Por lo que evaluó el juez, una parte del grupo de atacantes se fue caminando luego de arrojar las bombas molotov sobre el edificio de Piedras al 1700, mientras que otros en dos motos de baja cilindrada. La dificultad de la imagen hace que no se note el dominio de las motos y lo único apreciable a simple vista es que se trata de personas jóvenes. Por ahora, la investigación se va a centrar sobre tratar de mejorar esas imágenes y ver en secuencia cómo llegaron y se fueron del lugar.
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