Hace casi 35 años, Serú Girán, la banda del rock nacional que tenía a Charly García en teclados y voz; David Lebón guitarra y voz, a Oscar Moro en batería, y Pedro Aznar en el bajo, se catapultó a la fama cuando compuso y grabó el tema más emblemático del rock argentino: “La grasa de las capitales”
Lo que ninguno de los hoy míticos integrantes de la banda sabían era que, con su letra, estaban hablando de la también emblemática, Rambla Casino de Mar del Plata 2013/14.
La letra dice:
“Que importan tus ideales (Los de todos los marplatenses)
que importa tu canción? (Somos la ciudad fundadora del turismo argentino)
La grasa de las capitales
cubre tu corazón (El de todos los habitantes de nuestra ciudad)
Por qué tenés que llorar?
Es que hay otro en tu lugar que dice:
Vamos, vamos, la fama,
la oportunidad está aquí”.
Y el “otro” que está en nuestro lugar son varios: Don Florencio de la B (Dueño de la Bristol), El Rey de la carne, Samid, y el mismísimo Gobernador Daniel Scioli, cuya Provincia es la otorgante de tal desatino.
El poder que con impudicia ostentan. Les permite la oportunidad de hacer plata fácil, prostituyendo un lugar emblemático de la ciudad, bajo el Casino, con su Teatro Auditórium, que se ufana de ser la meca del arte local.
Mirando a los lobos marinos de Fioravanti (que son de piedra, menos mal), el carnicero Samid pondrá una parrilla, con show y todo, más una bailanta comandada por la “Tota” Santillán. Y más allá, donde hace tiempo y allá lejos había negocios de lujo como la Joyería Ricciardi, Lion’dor, Bombonería Fina, Carteras de Mayorga, Perfumes Elixir de Azzaro; Eternity de Calvin Klein; Acqua Di Gio; de Davidoff y otros, se hará un shopping denominado “Shopping Casino”.
Como la churrería Manolo ya ha comprometido un quiosco, habrá aromáticos efluvios a frito, que harán juego con las prendas “Made in Saladita”, que serán ofrecidas, al igual que en los locales existentes bajo la Rambla de la Pileta cubierta, (antes balnearios de la Bristol) y ahora Paseo Hermitage, con un Casino de maquinitas electrónicas y todo.
Y lo peor es que nuestras autoridades locales, la Intendencia, el “Conejo Delirante”, las “Fuerzas Vivas”, miran para otro lado.
No quiero ni pensar en que miran las migajas que los poderosos les darán, ya sea apoyo político o dadivas personales o institucionales.
Una vez, el mal recordado Comisionado Russak, representando a la Dictadura Militar, trató a los marplatenses de “Mediocres”.
Sufro, me da vergüenza ajena, no quiero que mis nietos se enteren.
Hay noches en que, viendo lo que se está haciendo con nuestra Rambla, se me aparece en sueños Roberto Mario Russak pontificando “Sos un Mediocre”.
Y me despierto sudando.
Quelevachaché
Lucho Martínez Tecco