La gente está muy lejos de la pelea por los cargos políticos; pero es lo que hay y Pulti está hasta las manos. ¿Habrá CFK para todos?

Hay que apartarse un metro del microclima, para observarlo con nítida perspectiva. El poder está asociado a las peores sospechas. Pulti era un torbellino como concejal y apuntador de los gobiernos de turno. Hoy es la síntesis de una gestión engorrosa, cargada de inoperancia y carente de ideas. Lo de la agenda del 2030 es la patente de la farsa.

El ex intendente Daniel Katz se autocalificó como intendente testimonial. Sabía que no podía hacer nada más que de gestor y pagar sueldos a fin de mes. A esa mínima expresión han quedado reducidas las municipalidades, sin autonomía, dependientes y sin financiamiento propio. Todo lo que inaugura la actual administración, es la continuidad del modelo que se expande por todo el país, y se puede verificar el inusual despliegue de la propaganda política oficial.

Tres de las actividades, que mayor mano de obra demanda de la población, están en franca disminución. Hay alerta de los textiles, de las empresas pesqueras y de la gastronomía. La construcción no podrá sostener su ritmo, va hacia una merma irreversible. La obra pública como herramienta política, en el caso de la municipalidad, es una fantochada que debería ser analizada con mayor rigor, porque en este tren inevitablemente se va al descarrilamiento: Ferrobaires puede convertirse en una nimiedad. Pasa un colectivo y se lleva a los que se quedaron en la vía. En la municipalidad no van a alcanzar los colectivos.

El convenio de OSSE con la UTN, la patada voladora de Artime haciendo elocuente un caso de escandaloso sobreprecio en el tema, la puja con todos los clubes de la ciudad, con los dos sindicatos de taxis, el avance sobre la no aprobación rendición de fondos para aplicar a planes para combatir la inseguridad, reconocido por el fiscal que investiga la causa,  las cooperativas de trabajo (de alguna manera municipalizadas) que reclaman actualización de sus haberes, estrangulados por la inflación, componen un combo que asusta sólo en su enumeración.

Pero este cúmulo de problemas los debe resolver sin recursos, con una gestión en la que se advierten claramente los síntomas del desgaste, agobio y desorientación. Porque no hay respuestas posibles, sólo surfear y hacer promesas, cuyo incumplimiento tendrán un efecto boomerang.

 Toda una delegación oficial debió ir a la reunión de los foros de seguridad del último martes. Toda una señal, que cuatro concejales y el secretario de Control, se hayan expuestos ante ciudadanos que funcionan en el marco de la ley y tienen a un flamante director de Seguridad, al borde de la renuncia. El concejal Arroyo arremetió con la seguridad de su experiencia, haciendo su propia infantería sobre los problemas y comprobó el desquicio que existe en el área.

Pulti se definió como opositor cargoso y ahora van por él. Vilma Baragiola ya pidió la renuncia de tres secretarios, Tettamanti, Castorina y Pérez Rojas. Es obvio, que no se puede desestimar el momento electoral, pero los fundamentos son sustentables desde la política, porque está claro que el de Pulti no es un gobierno de premios y castigos, con funcionarios atornillados a sus cargos y sus áreas desmanteladas e inoperantes.

Desde el GEN el ametrallamiento es persistente y no se agota la munición gruesa, el problema es que estamos frente a una administración desfinanciada, que ha recurrido a la peor de las medicinas, sólo para bajar unas líneas de fiebre; echarle mano a las partidas de fondos afectados para pagar sueldos, una compensación que en algún momento no va a cerrar, y se desmoronará como un edificio de arena.

Pero en esta danza en la que nadie va a menos, surge otra variante, la más peligrosa, el acoso que se sufre en un año electoral. Pulti es un defensor del modelo K y en tal sentido debe funcionar. Pero las cuñas del Frente Para la Victoria se irán clavando una y otra vez, la administración vivirá en un calvario.

 El gobierno municipal está henchido de plata impropia, se han destartalado las cuentas públicas. En una competencia de enajenación, se completa una obra con final dantesco, que Pulti no está en condiciones de enfrentar ni de disuadir. Ha sido tocado con la varita del beneficio, pero sabe muy bien que en Balcarce 50, lo consideran chancho de otro chiquero. En algún momento se lo harán saber.

No en vano ya le han pasado los mensajes, no es lo mismo adherir que pertenecer, que se abstenga de promover el corte de boletas (clave para su triunfos electorales) y que el eje no se debe desviar en este sistema en que se ha instaurado la dictadura del dinero con el manejo de la caja, que convirtió a gobernadores e intendentes en mangueros.

Pero todo el dilema gira en torno a la dama. A partir de ahí todo; sin ella hay que barajar y dar de nuevo este es el dilema, que además de tener sobre ascuas a la clase política, está invadiendo a todo el pueblo argentino. ¿Habrá CFK para todos?

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com