El conflicto de las fábricas de neumáticos con el SUTNA que ha estallado en las últimas horas, está precedido por etapas propias que han ido desabasteciendo hasta las plantas de fábrica automotrices, alcanza a empresas de transportes de pasajeros y componentes de distribución de logística de varias cadenas comerciales, que afectan casi a la totalidad de los rubros.
No es el mejor tampoco el estado de las rutas que llegan a la costa atlántica, configurando un panorama bastante desalentador e inquietante, debido a que sumado la escasez de neumáticos puede ser un golpe a las expectativas que se generan siempre con respecto a la temporada alta.
No estamos además poniendo en contexto el precio de los neumáticos de las principales fábrica del país y las importaciones dependen de una decisión política que se podría instrumentar, pero requiere de tiempo para su normalización. La reanudación de la red de comercialización también requiere de tiempos que siembran más incertidumbre.
Habrá que ir pensando quienes además puedan acceder a los neumáticos debido a la calidad de prestación, servicios de seguridad, patrulleros, servicios de salud como las ambulancias y servicios públicos urbanos como la recolección de residuos. y obviamente los camiones que monopolizan los choferes de Moyano.
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