¿Habrá sido este uno de los accidentes producto del otorgamiento de licencias apócrifas?
Este fue el epígrafe elegido para una foto (accidente de tránsito) por MDPHOY, en nota que luego hacía el seguimiento del tema de las licencias truchas. Trataré de agregar algo, preguntas sobre todo. ¿Cómo se demoró tanto tiempo para poner a la luz la investigación y acabar con tal corrupción? Se habla de millones de pesos. Para mí, siempre preocupado por el tránsito de Mar del Plata, lo más importante es la entrega sin límites de licencias para conducir.
Yo no sé si esto no hace que se investigue a los investigadores ya que, en primera instancia, aparecen distraídos de tal cuestión mirando para el lado del dinero, cuando se entregaban “armas” a quienes no están habilitados para manejar un vehículo. Se deglutían revisaciones médicas y exámenes que miden la capacidad del que va a manejar ¿y dónde quedó todo esto? Creo que se tendría que observar las responsabilidades que corresponden a la justicia y la municipalidad en este dejar hacer.
¿Debería actuar el defensor del pueblo? Otra cosa: ¿Cómo aparecen las escuchas? Se le prohíbe a Canal 10 pero siguieron sueltas por otros medios. Esto podría hacer que pierdan valor en la causa. Me hace pensar mal. ¿No las habrán hecho aparecer para luego cuestionarlas? Finalizo estos interrogantes con lo dicho por el intendente Pulti: “Haber actuado torpemente y a destiempo sólo para que no hablaran algunos que en su momento no hicieron nada contra la corrupción parecía una mala manera de defender el interés público”. El interés público es, creo, en primer lugar la seguridad, no el “negocio millonario”. Es cierto, generalmente el enloquecido tránsito de Mar del Plata, queda fuera del concepto de inseguridad pero ¿cuántas vidas se lleva?
Y la Otra Inseguridad El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en el contexto del documento de la Iglesia por la inseguridad, señaló que al gobierno no le compete una responsabilidad primaria en la misma ¿Cuál será la responsabilidad primaria? Y en todo caso ¿habrá una inseguridad secundaria aceptada? Se niega asimismo la “enfermedad social”.
Y aquí comenzó otra discusión sin sentido, para mostrar que en el perfecto modelo no puede existir la inseguridad, aunque esté palpable en hechos no sólo en la sensación. En tanto la población tiene que esperar, ya sin paciencia, por las soluciones que pueden venir únicamente en la aceptación del problema. Aunque no se admita como una perfecta tormenta, hay una lluvia torrencial que arrastra lo que encuentra, hay rayos mortales y vientos que arrastran la tranquilidad. No es un pronóstico. El mal tiempo es real. En consecuencia, todas las señales apuntan a síntomas indiscutibles, entre ellos, el temor de la población, y por algo será. Por lo que se vive, por lo que cuentan familiares y amigos, superando esto a la información, siempre cuestionada, de medios no afines a un relato.
MIGUEL TOSCANO