De acuerdo a la Sala de Situación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, General Pueyrredón registra al 10 de abril 49.210 casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia.
Sin embargo, con el último reporte municipal que informó 247 nuevas personas infectadas, la cifra es ostensiblemente menor: 47.981, es decir, 1.229 contagios menos. A esta altura, la brecha resulta sencillamente inexplicable.
Nadie sabe si es responsabilidad del SISA, por las demoras en las cargas, o del Gobierno local de Guillermo Montenegro. Lo cierto es que en las últimas 3 jornadas, los casos correspondientes al distrito ingresados a la web provincial superaron ampliamente los 300 diarios.
Pero el parte comunal informó bastante menos: 225, 264 y 247. Como ya se dijera insistentemente desde este espacio, si bien los casos existen y no se pueden ocultar por su impacto en el sistema sanitario, no deja de llamar la atención este desfasaje. No es lo mismo informar 250 que 310. El impacto es otro.
Y mucho más en el actual contexto, donde las autoridades políticas, erosionadas en su credibilidad por el largo encierro de 2020 y por la brutal crisis económica, están apelando a la responsabilidad y a los cuidados de una sociedad fatigada, despreocupada y por momentos, descuidada.
Tal vez, si se pretende generar conciencia, no sea el sub registro de casos el mejor camino. Aparte, deja abierta la posibilidad que, si la brecha se debe a demoras en las cargas del SISA, un día los casos aparezcan todos juntos.
Totalmente diferente es el caso de Bahía Blanca. Según los partes diarios municipales, se acumulan en la ciudad 17.469 casos. Sin embargo, la Sala de Situación bonaerense registra 16.494. Insólito.
Pero además, esta situación se potencia cuando se están por reeditar en Mar del Plata las eternas discusiones del año pasado entre Provincia y Municipio sobre el sistema de fases.
De acuerdo al criterio establecido por el Decreto Nacional 4/2021, se considera de riesgo epidemiológico alto el distrito donde el cociente entre el número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días y el número de casos confirmados acumulados en los 14 días previos, sea superior a 1,20. En General Pueyrredón ese resultado es de 1,40.
El dato no es menor. De acuerdo a estos parámetros, la ciudad debería ubicarse en los próximos días en las hasta ahora 87 localidades donde aplican todas las últimas medidas tomadas por el Gobierno Nacional, como la prohibición de circular entre las 23 y las 6, la reducción de aforos en gimnasios y práctica de deportes bajo techo, la suspensión de reuniones sociales, y el cierre de la gastronomía a las 23.
Además, ubicaría a Mar del Plata en la tan mentada Fase 3 bonaerense, donde la administración de Axel Kicillof agregó el cierre de todos los comercios a las 20, y dejó abierta la posibilidad de endurecer aún más las restricciones, como incrementar a 10 horas la prohibición de circular y la suspensión temporaria de las clases presenciales.
Con los últimos indicadores locales, la discusión se torna muy sensible. La pobreza trepó al 42 %, y la temporada fue quizá la más floja de la historia. Pero la realidad epidemiológica también preocupa: en los últimos cinco días se acumularon casi el doble de casos que en el mismo período de la semana anterior. Y creció más de un 50% la ocupación de camas de terapia intensiva por Covid. Actualmente hay 34 ocupadas mientras que el lunes pasado había 20.
Todo esto ocurre cuando en las últimas horas Representantes de los subsectores de la salud privado, público y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires advirtieron que “están cerca de llegar al límite por el repentino avance que muestra la segunda ola del coronavirus”, reconociendo que la alarmante situación debe controlarse con “urgencia”.
“Hacemos un llamado a la solidaridad y a la responsabilidad de toda la sociedad, para respetar los cuidados necesarios, reducir al máximo las salidas y el contacto con otras personas. Medidas efectivas y cumplimiento masivo es el único camino para controlar la situación, antes que sea tarde“, exigieron.
Por su parte, en la semana que pasó la Clínica Pueyrredón informó a través de un cartel pegado en su entrada y luego con un comunicado que se encuentran con una ocupación de camas “casi plena” por el reciente aumento de casos de coronavirus y reconocieron que se vive una situación “altamente preocupante” por la llegada al país de la segunda ola.
Por ello, tanto las autoridades locales, a través de la Secretaria de Salud Viviana Bernabei, como las provinciales, con la representación del Director de Zona Sanitaria VIII, Gastón Vargas, firmaron en conjunto una carta dirigida a los sanatorios y establecimientos privados de la ciudad para insistir en la necesidad de “aunar esfuerzos” con el “fin de evitar un colapso” sanitario en el distrito.
“Una pandemia no se combate desde los hospitales”, afirma el Director de la Escuela de Medicina de Mar del Plata, Adrián Alasino, quien pronosticó una fuerte suba de contagios para los próximos días. “Vamos a tener 700 casos por día por el coletazo que vamos a tener de Semana Santa” aseguró el galeno. Habría que ver si en el caso que esto se cumpla, el Municipio o el SISA lo informan correctamente.
Pese a lo dicho por Alasino respecto a cómo se enfrenta una pandemia, el Gobierno de Guillermo Montenegro parece ir a contramano. Las medidas que estaría tomando apuntan, justamente, a reforzar el sistema sanitario. Pero siguen brillando por su ausencia las campañas de prevención, la información clara y precisa, y políticas articuladas en ese sentido.
Como sucedió en todo 2020.
Pablo Portaluppi
Muy buen articulo. Gracias por compartirlo.