La contadora delegada de la Jefatura de Gabinete durante el mandato de Alberto Pérez, Mónica Ripamonti, fue indaga el pasado jueves por el fiscal platense Álvaro Garganta, sobre irregularidades presentadas en las facturas que respaldaron gastos por más de 10 millones de pesos entre los años 2014 y 2015 en 25 expedientes de la presunta caja política que se manejaba desde el área mencionada del gobierno de Daniel Scioli.
“Ripamonti no pudo explicar los motivos por los cuales la boletas presentadas no respetaron las normas establecidas por la AFIP: no tenían detalles de cantidad, ni valor unitario y los motivos de los gastos se presentaban muy amplios y difusos”, indicaron voceros judiciales.
La contadora delegada había sido citada por Garganta en calidad de acusada por el delito de partícipe necesario de los delitos de peculado de caudales y administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública e incumplimiento en el deber del funcionario público.
Una fuente de la UFI Nº 11, señaló que “la responsabilidad de Ripamonti no es menor. Ella, por su condición de contadora y responsable de avalar los gastos, debía conocer las normas vigentes”.
Al parecer, la profesional intentó desvincularse al indicar que así se manejaban en todos los organismos, lo que no hizo más que alterar a Garganta. “Quiso explicar lo inexplicable”, aseguraron desde la UFI Nº 11.
Como se recordará, el ex titular de la Jefatura de Gabinete, Alberto Pérez, fue indagado el 7 de noviembre pasado y en la ocasión responsabilizó al ex subsecretario de Administración, Walter Carbone, y a las autoridades del Tribunal de Cuentas.
Al respecto, desde la fiscalía de Garganta aclararon que la contadora delegada era la que indicaba si la factura se pagaba o no, en tiempo real, y que el Tribunal de Cuentas, meses después, realiza “la autopsia” del expediente, por lo que la responsabilidad se percibe con fuerza en la Jefatura de Gabinete y es muy poco creíble que Pérez desconociera esas maniobras.
Para Garganta “existen elementos suficientes para tener por acreditado que, entre 2014 y 2015, el entonces titular del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros y el titular de la Subsecretaría Administrativa sustrajeron por lo menos en 25 ocasiones la suma aproximada de 10.720.347 pesos destinados a supuestos eventos, mediante autorización expresa de pago en efectivo del primero a favor del segundo, que luego rendían con facturas apócrifas”.
La próxima semana será el turno de Walter Carbone, el ex subsecretario de Administración de la Jefatura de Gabinete y ex mano derecha de Alberto Pérez. A Carbone le secuestraron meses atrás un dragón metálico alado en su casa situada en el Country Abril de Hudson, donde se escondía una caja fuerte.
Nova
Es verdad lo q dice la ineficiente contadora: se manejó asi en todos los Organismos Públicos. Tal cual: para el culo. Debió negarse, denunciar y/o renunciar, ahora es parte. Desdoblamientos, facturas inventadas, procesos de compra invertidos, un cóctel que por repetido no fue legal. Esperemos que devuelvan cada peso nuestro actualizado, al contado (nada de cuotas) y rápido.
$10.720.347 se robaron en la Jefatura de Gabinete entre 2014 y 2015, y la “contadora que debia controlar” dice que lo mismo ocurría en todas la Reparticiones. Haciendo una cuenta de almacenero podemos calcular que en 8 años y en 20 reparticiones, la Banda de Daniel habría truchado factura por unos $900 millones.
No se entiende que todavía haya fanáticos KK que piden la vuelta de estos truchos especialistas en fabricar facturas truchas y quedarse con millones de pesos en lugar de hacer las obras que inaguraban, para la gilada, poniendo solamente un cartel con “PRESIDENCIA DE LA NACION”