La impiadosa interna del P.J. está castigando a la población. Scioli todo lo hace por un voto, para su instalación como candidato oficial K. Hay que preguntarse, si alguien ha mensurado cuáles son los riesgos que se enfrentan con el fútbol con visitantes, en el próximo torneo de verano.
La apuesta es para captar voluntades, eso cree Daniel Scioli, que puede sufrir un efecto boomerang con esta iniciativa. En aproximadamente 15 días en el Estadio José María Minella, se enfrentarán River y Boca, Independiente – Racing y Estudiantes – Gimnasia y Esgrima La Plata.
Ya en circunstancias normales es un desafío a la ley de la inercia, sólo por la rivalidad que existe entre todos, no sólo entre clásicos rivales. El agravante de las internas de cada uno de ellos, que dirimen a través de la violencia, por el control de los negocios que genera el fútbol, es un llamado a la atención.
Barras de Independiente después de comer un asado en el club.
Además de los enfrentamientos, entre los mismos barras, divididos en facciones, habrá cruces en la Autovía Juan Manuel Fangio, del mismo color de casaca o de sus ultra rivales, en el caso de un cruce entre clásicos. Además habrá cruces, unos y otros volverán por la misma autovía. Ni pensar que suban al nuevo tren de Randazzo integrantes de estas hordas, no habrá recomendaciones ni número de policías que valgan.
En un momento en el cual se implora por mayor seguridad, se destinan más y más recursos, materiales y de personal, cuáles son los estudios de inteligencia que le aseguren a los bonaerenses que no serán impactados por las consecuencias, de uno de los grandes males que vive en nuestro país.
La interna de la barra de Boca Juniors en acción
Que hinchas de estos seis equipos circulen por más de 400 kilómetros, en plena temporada alta, es un desafío al sentido común, innecesario. La seguridad es responsabilidad de la policía bonaerense, dicen que contará con operativos especiales del APREVIDE, pero sólo haber pensado, nos induce a pensar que se trata de una gran irresponsabilidad.
Hoy aparecieron pintadas en paredes aledañas a La Bombonera. En el Monumental se libró una batalla entre oficialistas y disidentes de la barra millonarias. Independiente y Racing, vienen de historias recientes muy lamentables, y por qué Estudiantes y Gimnasia, mejor dichos sus “hinchas”, se comportarán distinto en esta ocasión.
Además en momentos en que la política, que se nutre de estos delincuentes, se juega el futuro de las candidaturas, cómo dejar de pensar que puede existir un prolijo armado ex profeso de enfrentamientos violentos, sólo para perjudicar y/o beneficiar a unos y otros.
Integrante de la hinchada de River Plate y una de los tantos enfrentamientos para quedarse con el mando de la barra.
El Estadio José María Minella, el ingreso y el egreso luego de los partidos, están garantizadas por la organización del espectáculo deportivo, desde hace décadas ha cumplido satisfactoriamente con ese cometido.
El problema es el desplazamiento de los miles de hinchas a través de 800 kilómetros, cuántos recursos se afectarán, cuánto ciudadano común quedará a merced de la delincuencia en el Gran Buenos Aires, por una necesidad política de Daniel Scioli. No es arriesgado afirmar que estamos ante una verdadera atrocidad, por ahora sólo como decisión política que ya tiene su programación. Pero lo anormal, lo irregular que puede ocurrir en este caso, es que no pase nada.
Una provincia quebrada por la inseguridad, asume un compromiso que excede largamente una decisión razonable. Hay que hacer votos para que nada ocurra, si así no sucede, esperemos que alguien se haga cargo de lo que suceda. Las consecuencias pueden ser imprevisibles e impredecibles. No están las condiciones dadas, por los índices de violencia existente en la sociedad y por un clima social de latente enfrentamiento.
Jorge Elías Gómez