Lo ocurrido en la ciudad y la sucesión de hechos muy graves, han activado alarma política todos los órdenes de gobierno. Tanto desde la jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación como de la Gobernación de Buenos Aires, han mostrado su preocupación por el desarrollo de los acontecimientos, pese a que oficialmente se sostiene que la policía no está desbordada.
La crisis se manifestó además, en la extraordinaria medida de compra directa de patrulleros, que se afectarán al servicio en la ciudad, que anunció ayer el gobernador Daniel Scioli.
La presión pública además está comprimiendo la gestión política. El asesinato anoche de un comerciante en Luro y Don Bosco, el estado desesperante de Dardo Molina baleado en la cabeza, y la denuncia penal por desvío y malversación de fodos afectados a la seguridad en el marco del Programa Integral de Protección Ciudadana ubican a Mar del Plata, en una problemática similar a los grandes Partidos del Gran Buenos Aires, con una opinión pública muy sensibilizada, por el asesinato del joven Beraldi.