En noviembre pasado, cuando fue presentado como nuevo técnico de Al-Ittihad y recibido con flores y autos lujosos, nadie hubiese imaginado que, poco más de cinco meses después, habría un manto de incertidumbre sobre el futuro de Marcelo Gallardo en Arabia Saudita.
El presente deportivo del conjunto de la ciudad de Yeda no es el ideal: está cuarto en la liga doméstica con 51 puntos, 29 menos que el líder Al-Hilal y 17 menos que su escolta Al-Nassr. Rápidamente se desvanecieron las chances de dar la vuelta olímpica.
La paliza 4-1 sufrida días atrás justamente en la final de la Supercopa de Arabia Saudita en manos del puntero también fue un duro golpe que dejó secuelas. Es que Al-Hilal, dirigido por Jorge Jesus -su verdugo con Flamengo en la final de la Copa Libertadores 2019-, venía de eliminarlo en los cuartos de la la Liga de Campeones de Asia.
Son tres tropiezos consecutivos para el Al-Ittihad de Gallardo, que también cayó en segunda ronda del Mundial de Clubes frente a Al-Ahly de Egipto. La única oportunidad que le queda para dar la vuelta olímpica es la Copa del Rey de Campeones: el próximo martes jugará la semifinal, otra vez con Al-Hilal…
El balance de resultados es apenas positivo, aunque tiene algunos números en rojo que demuestran que Al-Ittihad nunca pudo competir palmo a palmo con los dos gigantes del país. En 26 partidos cosechó 14 triunfos, tres empates y nueve derrotas, muchas de ellas dolorosas y en partidos claves.
Si bien Karim Benzema había llegado como una superestrella para darle pelea a Cristiano Ronaldo (Al-Nassr) y Neymar (Al-Hilal, aunque lesionado), lo cierto es que al Muñeco le trajo más problemas que soluciones. Tal es así que meses atrás protagonizaron una serie de cortocircuitos que fueron tensando de a poco la relación.
El DT argentino, tras una serie de desplantes, decidió bajar al Gato de una gira y, tiempo después, volvió a mandarlo a la cancha, aunque el vínculo quedó “atado con alambre”, como se dice en Argentina. De hecho, el hermano de Benzema saltó con los tapones de punta contra el ex-River luego de que lo ubicara de delantero por izquierda y no de N°9 en la Supercopa. “Esto es un crimen. Esto no tiene sentido. El fútbol debe ser respetado”, publicó Gressy en su Instagram.
Como las expectativas futbolísticas no se cumplieron, el príncipe Mohammed bin Salman (uno de los hombres más poderosos del estado saudí) se reunirá a final de la temporada con la junta y definirá los pasos a seguir. El factor económico también pesará a la hora de tomar una decisión, ya que el Muñeco es el segundo entrenador mejor pago del mundo, solo por detrás de Guardiola.
Hasta el momento, el oriundo de Merlo seguirá en el corralito del King Abdullah Sports City, aunque ya se respiran aires de despedida e, incluso, en Italia lo relacionan con Milan tras la destitución de Stéfano Pioli.