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Imposible de levantar

Pablo Wirsch refleja metafóricamente la realidad de Alvarado: en caída y con pocas posibilidades de recuperación. El desceso empieza a alarmar. (Foto: El Atlántico)
Pablo Wirsch refleja metafóricamente la realidad de Alvarado: en caída y con pocas posibilidades de recuperación. El desceso empieza a alarmar. (Foto: El Atlántico)

La realidad de Alvarado sufrió otro doloroso revés. La expectativa de poder levantar el nivel luego de la dura caída ante Racing de Olavarría no se cumplió y, para peor, el equipo perdió un partido clave ante un rival directo en la lucha por la Permanencia. La situación ya es apremiante, porque las derrotas se repiten, el descenso no está tan lejos y el juego no aparece, luego de dos actuaciones (ante Grupo Universitario y Liniers) que habían encendido la llama de la ilusión. Anoche, el elenco de Roberto Oliver perdió 1 a 0 ante Independiente de Tandil y la gente despidió al equipo con insultos.

El equipo marplatense fue dueño de la pelota durante gran parte del primer tiempo pero no lastimó, a pesar de las buenas intenciones de Pablo Wirsch. Y en el complemento, en una de las pocas situaciones generadas por el visitante, pagó caro una respuesta en falso de su arquero y, sin respuestas futbolísticas y anímicas, no pudo reponerse y terminó envuelto en una sensación de impotencia.

Alvarado tuvo 15 minutos iniciales que invitaron a la ilusión. A pesar de la escasa participación de Rodrigo Trejo en la generación de juego, el elenco marplatense insinuó peligro por el costado izquierdo de su ataque, donde Pablo Wirsch se instaló y desniveló. A los 14′, el ex Los Andes/Defensores de Batán eludió a dos rivales por la banda y llegó al fondo, pero su centro no encontró destinatario. Luego, el propio Wirsch defeccionó en un remate que terminó en las manos del arquero Quintas.

Con el correr de los minutos, Independiente se acomodó y, con Harguindeguy como patrón del mediocampo, comenzó a ganar terreno. En Alvarado, el buen trabajo de Pautasso en la recuperación de la pelota no alcanzaba para retomar el dominio de las acciones. Y el elenco tandilense, sin demasiada claridad, inquietó con un remate de afuera de Prezioso (el más peligroso de la visita) y otro intento de Gorosito, que “pescó” un rebote en la medialuna del área grande, pero su disparo se fue apenas arriba del arco custodiado por Evangelisti.

Tras ese pasaje desfavorable en el desarrollo, Alvarado volvió a hacerse del balón. Y, a pesar de carecer de la profundidad necesaria para vulnerar a la visita, su mejor versión en ataque se vio nuevamente por el sector izquierdo. A los 25′, García Lorenzo envió un centro, Quintas salió lejos para despejar y Trejo intentó meterla de emboquillada pero su intento se fue muy alto. Diez minutos después, Trejo cedió “de cachetada” para la trepada de García Lorenzo, pero el centro del “Chueco” no pudo ser conectado por Mc Coubrey, que no llegó por muy poco. Fue la más clara de Alvarado en el primer tiempo.

En una de sus pocas apariciones en la etapa inicial, Emanuel González apareció por izquierda a los 39′, mandó el centro y encontró a Wirsch. Pablo logró controlarla con dificultad, pero demoró un tiempo en rematar y Arévalo la mandó al córner. Un minuto después, González tuvo la última de los primeros 45′ con un tiro libre desde una posición inmejorable para su pegada, pero su remate pegó en la parte externa de la red.

Para el segundo tiempo, Oliver mandó a Mauricio Villa a la cancha en lugar de González. Así Wirsch, que había desequilibrado en el primer tiempo por izquierda, pasó a jugar como volante por la derecha. Con la nueva disposición, Alvarado no consiguió mayor potencia ofensiva porque sus falencias pasaban por la elaboración. A los 17′, Wirsch demoró en rematar tras una pelota que había bajado Villa, en lo que fue la única aproximación del elenco marplatense en el comienzo.

El “Piojo” Oliver decidió el ingreso de Cayumán por Trejo (de muy pobre labor). El pibe ocupó la banda derecha del mediocampo y Wirsch acompañó a Villa y Mc Coubrey. El ex Mitre, en la primera pelota que tocó, envió un buen centro que no llegaron a conectar los dos “9”.

Sin embargo, a los 23′, llegó el baldazo de agua fría para Alvarado. Independiente, que no había llegado nunca en el segundo tiempo, encontró el gol. Un centro de Izquierdo desde la derecha, con una floja respuesta de Evangelisti (la dejó corta en el rebote) permitieron que Juan Turri la empuje con el arco vacío para abrir el marcador. La decepción, fue total.

Para Alvarado el gol representó un mazazo. La gente explotó y el equipo se apagó. Un golpe anímico letal para un equipo que buscó el empate de cualquier manera, pero nunca dio la sensación de poder lograrlo. Al juego inexistente, se le agregó la desesperación, los nervios y la impotencia. Un cóctel que conspiró contra cualquier esperanza de igualdad. Independiente se agrandó y tuvo posibilidades para aumentar la cuenta. A los 36′ Evangelisti tapó bien ante Zabaleta, y sobre el final lo perdieron Harguindeguy y Prezioso. En la última, el propio arquero de Alvarado fue a buscar el empate al área rival pero no hubo caso. Alvarado perdió una final y sumó una nueva frustración ante su gente.

(texto: El Atlántico)

Síntesis:

Alvarado _ 0

Leandro Evangelisti; Nicolás Colaneri, Leonardo Tambussi, Facundo Gómez y Sebastián Fernández; Emanuel González, Nicolás Pautasso y David García Lorenzo; Rodrigo Trejo; Pablo Wirsch y Mariano Mc Coubrey.

DT: Roberto Oliver

Independiente (T) _ 1

Hugo Quintas; Martín Petersen, Mauricio Lecouna, Pablo Argueso y Adrián Arebalo; Emanuel Morondo, Agustín Harguindeguy y Nicolás Gorosito; Jorge Izquierdo; Julio Prezioso y Juan Turri.

DT: Gustavo Liggerini

Goles: 23’ST Juan Turri (IT).

Cambios: 0?ST Mauricio Villa (5) por González (A), 18’ST Jonatan Cayumán (6) por Trejo (A), 26’ST Martín Zabaleta (5) por Gorosito (IT), 30’ST Ignacio Burgos por Fernández (A), 34? Ramiro Artigaveytía por Turri (IT) y 40?ST Máximo Villar por Izquierdo (A).

Árbitro:
Ramón Bustos.

Estadio: José María Minella.

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