En distintos establecimientos educativos que comprenden a jardines de infantes, primarios, secundarios y universitarios, hubo una clara manifestación de apoyo a continuar con las clases presenciales en todos los órdenes. Globos, cartas, banderas argentinas y carteles fueron símbolos de las expresiones.
En Juvenilia, Lamas, FASTA, Norther Hills, Albert Einstein, entre otros se produjeron las demostraciones.
Las coincidencias y fundamentos que sostuvieron el reclamo giraron en torno a que los colegios no son focos de contagio: “es terrible que estén dentro de la casa o peor que los adolescentes estén afuera”.
“Están mejor controlados en la escuelas que vagando por las calles. Un año sin colegios, es un absurdo, los shopping abiertos y los colegios cerrados. Y lo mal que hace el encierro a los chicos de todas las edades”, fueron algunos de los testimonios recogidos.
Además expusieron que no existen evidencias científicas sobre que las actividades de educación y estudiantiles, ni sus movimientos, signifiquen focos de contagio en relación a otras aglomeraciones o movimientos de personas que claramente propagan el virus, como las fiestas clandestinas, y evidente falta de control sobre otras actividades.