Ignacio Rogala ya piensa en el salto hacia las categorías inmediatas, “seguramente a la “420” que es la que mas se adapta a mi estilo” contó, para acotar que en su mente está tomarse un año más “liviano” antes de volver de lleno a las competencias náuticas.
“Empecé a los 11 años en el Club Náutico de Mar del Plata, pero siempre he ido a entrenar a Buenos Aires”, dijo Nacho, que en el mes de diciembre habrá de entregar el Trofeo que hoy está en su poder por el ser el mejor de la Argentina.
Al referirse a su futuro deportivo dijo que “los próximos meses serán “livianos”, y que “ya he estado navegando en los “420”, calificando de “un poco difícil el salto a una nueva categoría, ya que ahora deberé coordinar con mi compañero. Todo es cuestión de irse adaptando”.
Hoy Rogala, que solo navega para despuntar el vicio, al preguntársele si extrañaba las competencias o salir a navegar, afirmó: “Las dos cosas. Ir al extranjero con tus compañeros, como ir a entrenar también. El Optimist hizo que hiciera amigos en varios lugares del mundo”.
“Lo que pasó es que el último año y medio prácticamente me lo pasé viajando, fin de semana por medio, a Buenos Aires, ya que el equipo Argentino entrena allá. Quizás eso hizo que también ahora me sienta un poco cansado, pero fue algo muy lindo”.
Recordó que su paso por el Optimist lo llevó no solo a conocer otras partes del mundo, sino también a “hacer muchos amigos” y que “si bien es una categoría individual, me permitió relacionarme con otros navegantes y compartir, no solo viajes, sino momentos inolvidables”.
Nacho, el hermano del “medio” (Gonzalo de 18 y María Luz de 2) que cursa actualmente el primer año del Polimodal del Holy Trinity College Colegio Santísima Trinidad, resaltó el “apoyo de mi papá (Ricardo) y de mi mamá (Ana)” contó mas adelante que el fin de semana largo del 8 de diciembre habrá de entregar “la Copa Challenger que estuvo en mi poder el último año por haberme consagrado Campeón Nacional de Optimist”. Será en Carlos Paz, Córdoba.
Nacido en Río Turbio (Santa Cruz) llegó a Mar del Plata desde muy pequeño, “Nacho” en este tiempo de “descanso”, ya proyecta un futuro como estudiante de Economía, recordó el primer día que salió a navegar “fue una jornada de bastante viento, y la verdad me asusté bastante…. pero fue solo eso. Luego de estar en Iniciación, pasé a Principiante, y ya de ahí no paré”.
Por estos días le está poniendo el broche de oro a una etapa como navegante de Optimist que lo pusieron en lo más alto de la Náutica nacional y del mundo, representando al Club Náutico de Mar del Plata.
(Gentileza Prensa Náutico)