Seguramente Marcelo Gallardo habrá soñado otro final para su fiesta de bienvenida. Un triunfo en un Monumental que esperaba su regreso para sanar las heridas que dejó el ciclo Demichelis. Sin embargo, el Muñeco volvió a toparse con Huracán, una suerte de bestia negra en su anterior ciclo, que le amargó el arranque de esta nueva historia.
Ahora bien, ¿por qué el Globo es una bestia negra? Hay varias razones. Por empezar, de 12 veces que el DT de River lo enfrentó, en 9 no le pudo ganar, y en esos partidos hubo cinco triunfos del equipo de Parque Patricios. Pero además, el mismo Huracán lo eliminó en las semifinales de la Copa Sudamericana 2015 y le ganó la Supercopa de ese mismo año, primera final perdida de la su era. Huracán es, por otro lado, el único equipo con el que se enfrentó al menos 10 veces que le gana en el historial. No es poco, evaluando lo que significa el entrenador para el club de Núñez.
En realidad, el tema excede al Muñeco, y podría decirse que al menos en este milenio, Huracán le ha traído más de un dolor de cabeza a River. En el 2000, con Derlis Soto como protsagonista, el Globo le empató 1-1el partido impidiéndole aprovechar la caída de Boca, el puntero, que a la fecha siguiente terminaría consagrándose con una inolvidable triple corona (Libertadores, Intercontinental y Apertura). Al año siguiente, en el Clausura 2-1 le ganó 3-2 aun cuando de ese modo le dejó servido el título a San Lorenzo. Un recordado partido en el que Carlos Babington (entonces técnico del Globo) le gritó con todo un gol al Tolo Gallego, al mando del otro banco.
Demichelis también lo sufrió. Tuvo tres partidos contra Huracán y el saldo arroja una victoria y dos derrotas. Desde 2016 Huracán no pierde en el Monumental, marcando lo difícil que resulta para River enfrentarlo, al menos en el último tiempo.