Después de cuatro finales perdidas, de 100 años de historia trunca, la quinta batalla fue la definitiva, y en Croacia casi de local, con 4.500 locos que no pararon desde el viernes alentando y gritando hasta no dar más. Con menos chapa pero con más humildad, con corazón, con huevos, con tenis. Lo que no pudo lograr el gran Guillermo Vilas, el flaco José Luis Clerc, el enorme David Nalbandian y compañía; Federico Delbonis se hizo cargo de la historia y barrió de la cancha a un inexpresivo Ivo Karlovic por 6-2, 6-3 y 6-4.
Federico Delbonis tuvo la gran responsabilidad de jugar el partido más importante de su carrera, pero la presión no le pesó. Al tenista de Azul le tocó disputar el quinto punto de la final de Copa Davis ante Croacia y no le tembló el pulso: selló la consagración con un contundente triunfo ante Ivo Karlovic en dos horas y nueve minutos de juego.
Avalancha humana: todos encima del mejor de la serie: el azuleño Federico Delbonis.
El argentino salió a la cancha consciente de que debía enfrentar a un rival que utiliza el saque como arma primordial. Pero el de Azul tuvo la paciencia necesaria para, no solo agarrarle la mano al servicio de Karlovic, sino también lograr un quiebre fundamental en el octavo juego. Esa diferencia le permitió cerrar el set con un 6-3 a su favor.
¡Un monstruo! Del Potro dio vuelta un partido descomunal; define Delbonis
La segunda manga tuvo una tónica muy similar. Un Delbonis con una mentalidad estable y con un tenis sólido logró un nuevo quiebre para reondenar un 6-4 que no solo le daba una ventaja más amplia, sino que aumentaba su confianza.
En el tercer, y definitivo, set, Delbonis dio una muestra de su tranquilidad. Con un aplomo ejemplar, dominó ampliamente el juego, no le dio chances a Karlovic y decretó el triunfo con un 6-2 que no hizo más que graficar su amplia supremacía.
Después, solo quedó tiempo para las emociones. El de Azul quedó en el piso, debajo de la montaña humana que conformó la delegación argentina en el alocado festejo.
Atrás quedó la mufa, la mala leche de algunos y hoy por fin se dio ¡¡¡Gracias Totales!!!
¡¡¡Campeones!!! Juan Martín Del Potro, Federico Delbonis, Daniel Orsanic, Guido Pella y Leonardo Mayer.
Aquellas finales perdidas
Argentina tuvo que esperar 70 ediciones para poder estar presente por primera vez en la disputa por el título que cuenta con Estados Unidos (31) y Australia (28) como los máximos ganadores históricos.
En 1981, Argentina venció 5-0 a Gran Bretaña en semifinales y viajó a Cincinnati para chocar con el Estados Unidos de John McEnroe y Roscoe Tanner. Los comandados por Guillermo Vilas y José Luis Clerc cayeron 3-1 e iniciaron un extenso camino de derrotas.
25 años más tarde, Argentina volvió a vibrar con un equipo de Copa Davis. Nuevamente debió viajar, pero esta vez a la fría Moscú para chocar con la Rusia de Nikolay Davydenko y Marat Safin. Otra amarga caída esperaba al equipo.
Juan Ignacio Chela, David Nalbandian, José Acasuso y Agustín Calleri fueron los escogidos por el entrenador Luli Mancini. El dobles cayó y Nalbandian equiparó la serie en su singles ante Davydenko. El Chucho Acasuso afrontó un recordado duelo a cuatro sets contra Safin y perdió. Fue 3-2 para los rusos.
En el 2008 se desarrolló la instancia decisiva que quedó más latente en los recuerdos. Argentina definía de local por primera vez en la historia contra un España que no contaba con Rafael Nadal, su máximo exponente.
Nalbandian y Del Potro eran los jugadores de mejor nivel, pero tuvieron una disputa que repercutió en el resultado final. Derrota 3-1 sin atenuantes en Mar del Plata. El de Unquillo ganó el único punto del equipo y reprochó la decisión del tandilense de ir a jugar el Masters días antes del encuentro.
En 2011 otra vez España se interpuso en el camino, esta vez con Sevilla como sede. Nuevamente Nalbandian y Del Potro fueron las figuras de la formación. El dobles entre el cordobés y Eduardo Schwank consiguió el único punto en la derrota 3-1, con un Rafael Nadal implacable que venció a Juan Mónacoy Del Potro.