La inclusión de familiares en las listas, como mecanismo para retener o ampliar el poder, también tuvo su capítulo en estas elecciones: se postularon hijos, hermanos y “delfines” políticos en varios municipios, y un caso en particular se llevó toda la atención por tratarse del fin de una era.
En San Isidro, Macarena Posse, perdió la interna de Juntos por el Cambio (JxC) frente al candidato de Patricia Bullrich, Ramón Lanús, lo que significa el final de una dinastía en la política bonaerense. La precandidata era la favorita en la previa de las PASO para continuar con el apellido Posse en el municipio que es gobernado por esa familia ininterrumpidamente desde el regreso de la democracia en 1983.
La hija de Gustavo Posse cosechó unos 50 mil votos, pero no el alcanzó. Su contrincante partidario obtuvo arriba de los 56 mil, lo que hace un total de casi el 60% de los sufragios en la interna, aplastando a Unión por la Patria (UP), que apenas llegó al 18%. En tanto, La Libertad Avanza es tercero con el 17%.
“La dinastía” comenzó con el gobierno de Melchor Posse en 1958 y hasta 1962, cuando fue interrumpido por el golpe militar. En 1983, el dirigente radical volvió al poder y ejerció la intendencia hasta 1999, cuando le dejó el puesto a su hijo Gustavo. El sucesor fue reelegido consecutivamente cinco veces y apostaba a continuar con el control del distrito en manos de su hija Macarena, quien venía trabajando en el gabinete municipal.
Posse se consolida así como uno de los dirigentes más golpeados: decidió dejar la intendencia para acompañar a Diego Santilli como su precandidato a Vicegobernador, objetivo que tampoco consiguió, ya que el elegido de Bullrich, Néstor Grindetti, se impuso en la interna por la gobernación.
En tanto, otros alcaldes con mejor suerte también buscan que sus hijos los sucedan en el cargo: Alejandro Granados (UP), que postuló a su hijo Gastón en Ezeiza; Gustavo Walker (UP) en Pila, a su hijo Sebastián; y Alberto Descalzo (UP), a su hijo Pablo.
En tanto, en lugar de Manuel Passaglia (JxC), el candidato es su hermano Santiago para ocupar el sillón municipal en San Nicolás, que durante dos periodos ostentó su padre Ismael.
En Ezeiza, el hijo del “Sheriff” consiguió un aplastante triunfo con el 52% de los votos y se consolidó como uno de los pocos candidatos de Unión por la Patria en perforar la barrera de los 50 puntos. Segundo quedó La Libertad Avanza, pero lejos; y tercero Juntos por el Cambio.
En tanto, en Ituzaingó, después de haber sido electo en siete ocasiones y con 71 años, Alberto Descalzo decidió dar paso a su hijo Pablo, quien ya ocupó el cargo en diversas ocasiones de forma interina cuando su padre se tomó licencia. En esta oportunidad, el heredero fue el candidato más votado, pero quedó por poco menos de 500 votos por debajo de interna de Juntos por el Cambio.
En el caso de Pila, Gustavo Walker, asumió por primera vez en 2003, y desde entonces condujo los destinos de esa comuna de forma ininterrumpida. En tanto, en 2021 sufrió un ACV y dejó el cargo en manos de su hijo, quien ahora quiere revalidar el mandato y está cerca de lograrlo. Obtuvo un 66% contra un 33% de Juntos por el Cambio. En ese municipio, además no se presentaron otras fuerzas ni hubo internas, por lo que pueden considerarse a las PASO como una gran encuesta.
En tanto, Santiago Passaglia triplicó en votos a su contrincante interno y Juntos por el Cambio ganó con comodidad, por lo que se perfila para ser el tercer jefe comunal con ese apellido en gobernar por cuatro años más San Nicolás. (DIB) MCH
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