Un profeta (Jacques Audiard): los festivales logran que el comentario de pasillo, entre función y función, adquiera un rol trascendental al momento de elegir una película. Una de las recomendadas entre los acreditados del Festival fue este film de la Sección Autores. Y descubrí una de las satisfacciones del certamen. Malik El Djebena es condenado, sin que importe el por qué, a seis años de encierro en una prisión francesa. No sabe leer ni escribir, tiene 19 años y su rostro denota que será el más frágil en el violento mundo masculino de esa cárcel. Poco a poco irá tejiendo redes para hacerse respetar y armar sus propios negocios. Durante 150 minutos, Audiard recrea un mundo muy transitado en el cine contemporáneo: los dramas carcelarios. Pero, sin caer en los lugares comunes, con mucho vértigo en algunas secuencias y la amenaza del desmoronamiento de los planes de Malik, el director francés construye un diálogo con las películas sobre el hampa y la mafia de Martin Scorsese (Buenos muchachos o Los infiltrados son referencias inmediatas con Un profeta). De Cannes a Mar del Plata, el film de Audiard vuela alto, colma las expectativas para un Festival que empieza a saciar las necesidades de buen cine. Juan Manuel Quintanilla