Unos 2.700 camiones se encuentran varados del lado argentino en el paso Cristo Redentor con Chile, a causa de los nuevos requisitos que las autoridades trasandinas implementaron en los últimos días por la pandemia de coronavirus.
En este marco, este viernes la Cancillería argentina solicitó a las autoridades chilenas la urgente implementación de medidas necesarias para una pronta normalización y agilización de la circulación de personas y cargas en los pasos fronterizos existentes entre ambos países.
El pedido se disparó a causa de las graves dificultades que afectan el normal funcionamiento de los Pasos Internacionales Sistema Cristo Redentor (Provincia de Mendoza), San Sebastián (Provincia de Tierra del Fuego, Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur) e Integración Austral (Provincia de Santa Cruz).
La Federación Argentina de Entidades del Autotransporte de Cargas (Fadeac) destacó la presentación hecha por la Cancillería.
La cámara que nuclea a los transportistas exige que se modifiquen las medidas y los malos tratos que están sufriendo los choferes en la frontera del lado chileno, por las medidas sanitarias que han sido tomadas por las autoridades del Paso Fronterizo Los Libertadores.
Fuentes de Gendarmería explicaron que el Paso Internacional Cristo Redentor se encuentra habilitado de 8 a 14, con el ingreso a la República Argentina receptivo al turismo de extranjeros que cumplan con los requisitos sanitarios de ingreso.
En tanto, el ingreso a Chile solo esta permitido a ciudadanos chilenos y extranjeros residentes en el país trasandino.
A su vez, para transporte internacional de cargas, el Paso Internacional se encuentra habilitado, pero los transportistas que se dirigen en sentido Argentina-Chile han suspendido el tránsito como reclamo a las medidas de control sanitario implementada en Los Libertadores.
“Destacamos la importancia de abordar este tipo de conflicto de manera conjunta con las autoridades responsables del transporte internacional de cargas. Es urgente encontrar una solución para un tema que provoca un importante perjuicio económico y social para las empresas y los choferes”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.
Cada día de detención de un camión en frontera representa un costo extra de US$700 diarios de acuerdo con datos del Departamento de Transporte Internacional de la Federación que nuclea a 43 cámaras de transporte de la Argentina, informaron desde la entidad.
El cuello de botella se generó a partir del cambio en la política de control sanitario por parte de las autoridades chilenas, que llevó a testear al 100% de los choferes en frontera, aun cuando sigue vigente la obligación de presentar un PCR hecho en origen para poder ingresar al vecino país.
“Destacamos que esta situación no sólo perjudica a empresas y choferes argentinos, sino también de otros países de la región que forman parte del ATIT (Aplicación del Acuerdo de Transporte Internacional Terrestre), y que el tema ya se está analizando en el ámbito del Consejo Empresarial de Transporte Internacional de Cargas del Mercosur”, sostuvo Silvia Sudol, titular del área Transporte Internacional de Fadeeac…