Cristina Ledesma analiza la situación laboral de los trabajadores del pescado en Mar del Plata. La Secretaria General del SOIP criticó las inspecciones que lleva adelante el Ministerio de Trabajo y aseguró que las autoridades de la Provincia de Buenos Aires no hacen nada para detener las descargas de merluza de barcos locales en puertos de la Patagonia.
Son días intensos estos de Cristina Ledesma. Atravesados por una negociación paritaria que todavía no termina de cerrar para los obreros del fresco. El viernes hubo asamblea en aquellas plantas que emplean trabajadores bajo convenio y horas después desde CaIPA solicitaron al Ministerio de Trabajo de la Nación que dicte la conciliación obligatoria.
La cartera laboral todavía no definió la medida, pero convocó a las partes para este lunes a las 11 en la sede de la Delegación. Ledesma masculla bronca por la jugada de la patronal que busca dilatar las negociaciones mientras que los obreros esperan ansiosos el reajuste salarial.
RP: ¿Cómo calificás este año en términos de trabajo para los obreros del pescado?
CL: Este año fue peor que los anteriores. Hubo una reducción en la pesca de langostino, que acá se reprocesa poco y nada pero fue menos que otros años… Y también hubo menos merluza de los fresqueros; ustedes publicaron esos números. La situación nuestra es siempre la misma; no vivimos llorando pero los números cantan, la situación de la gente canta, que ellos vengan a pedir ayuda de alimentos, es que la están pasando para la mierda.
RP: ¿Te referís a los bolsones con alimentos no perecederos que distribuyen desde el gremio?
CL: Sí, claro… Eso ayuda muy poco. Hay muchos trabajadores de otras empresas que están bajo relación de dependencia que no tienen materia prima para producir. Por eso salimos a pedir ayuda. Y la reciben compañeros de Gaveteco, Apolo Fish, las dos plantas de Mattera, Iberconsa, Isola Verde, La Isolana, Moscuzza, la conservera de Pesquera Veraz, Mac Chili, 14 de Julio, RRFama, Pesquera Veraz fresco, Mardi, Pesquera Mar Chiquita, Mar Grande, Ostramar, etc. ¿Vos pensás que empresas grandes, con varios barcos, no pueden garantizar el trabajo? ¿Qué queda para las demás? Todos los trabajadores piden, no llegamos a todos, nos quedamos sin mercadería. Llevamos un número de control porque cada bolsa se tiene que rendir. No recuerdo ahora los números, las firmo pero no sé el total. Es muchísimo lo que se reparte….
RP: Hace más de diez años que estás al frente del gremio y veo como que los trabajadores están subidos a un tobogán, siempre para abajo…
CL: Trece años llevo al frente, Y en el gremio desde 2002. Y sí, cada vez estamos peor, nunca hubo una curva hacia arriba, siempre apuntamos para abajo. Se lo dije a Liberman, a Carla Seain, nuestro trabajo con la merluza, que es una especie que se captura y desembarca todo el año, ya se transformó en una zafra, de marzo a mayo y después fines de septiembre, octubre y noviembre; cuatro, cinco meses. Sumamos algo de calamar, pero poco, y sumamos también poco el pescado entero en algunas empresas. En el sector informal también hubo un declive, hubo cierre de plantas truchas y gente que quedó en la calle, me entendés… esos son los conflictos que más tenemos a diario, despidos, cierre de plantas. Liberman se mostró preocupado para que tengamos más trabajo. En alguna oportunidad lo hubo, pero no siempre. Él pudo tener la buena voluntad, pero si la parte empresaria no colabora, es complicado.
RP: Desde hace un tiempo se da la migración de barcos fresqueros ya no a langostino sino a merluza que descargan en los puertos del sur. ¿Han hecho algún planteo?
CL: Sí, claro que lo hicimos; en la Subsecretaria de Pesca. Es materia prima nuestra que, si se descarga en otro lado, la perdemos, allá todo lo que se descarga no puede salir sin reproceso, y acá la Provincia de Buenos Ares permite que los armadores hagan lo que quieran y son cosas que contribuyen a esta situación complicada que atravesamos.
RP: Todavía no cerraron el segundo tramo de la paritaria y ya terminó septiembre.
CL: Estamos negociando, ahora ellos (por CaIPA) pidieron la conciliación… vamos a ver. Igual todos saben que lo que se firme es retroactivo a septiembre. Los trabajadores están ansiosos por la paritaria y obviamente se entiende. Los compañeros necesitan la paritaria en forma urgente porque necesitan de alguna manera incrementar sus haberes para poder subsistir. Si se produjera todos los días, si hubiera pescado fresco todos los días, la situación de los trabajadores seria otra. Hoy no podemos decir que un trabajador de la pesca labura una quincena completa. Hace años que eso no pasa. Antes renegábamos porque laburábamos muchas horas, ahora no solamente laburamos pocas horas sino que son muy pocos los días que somos convocados a trabajar.
RP: Este año hubo muchas quejas de trabajadores sobre el pescado chico.
CL: Sí, no es algo nuevo. Lo que pasa es que ahora es más chico del que ya era chico (carioca). Un cajón de pescado todo del mismo tamaño chico, como que no se termina más de cortar… psicológicamente, para el filetero es eterno cortar un cajón de pescado de ese tamaño. Cuando aparece mezclado es distinto. En Solimeno se acordó un plus, en Friopesca hicieron un acuerdo temporal a prueba que también trajo algunos inconvenientes por el mismo motivo y en Mattera todavía no se llegó a un acuerdo. En Veraz tampoco… no es una sola planta, son la mayoría de plantas donde los trabajadores reclaman un plus para poder cortar ese pescado.
RP: Este año también hubo nuevas inspecciones del Ministerio de Trabajo en la industria. ¿Cómo lo ves?
CL: La verdad que estoy cansada de esas inspecciones que son solo para los medios y no para cambiar la situación laboral de quienes están en negro. No sirven para nada si no están acompañadas de una verdadera decisión política. Dicen que van con AFIP, con Aduana… ¿vos viste alguna sanción, algún cambio a partir de las inspecciones? Solo aplican una multa irrisoria para que se sigan cagando de risa los empresarios.
RP: Todavía no se sabe qué multa le aplican a Open Sea por esconder trabajadores en un contenedor.
CL: Por eso te digo. En su momento se le hizo un planteo a la empresa solicitando la registración de los trabajadores que se iban a incorporar registrados bajo convenio. Tuvimos un no como repuesta, pero solicitamos una inspección y descubrieron que escondieron a los trabajadores. Hicimos la denuncia correspondiente y solicitamos nueva audiencia. En el Ministerio volvieron a inspeccionarla. Después de varias audiencias hubo un compromiso de registración progresiva de agosto a diciembre. Cuando llegó el mes de agosto comenzó el conflicto, la empresa hizo todo lo contrario al compromiso asumido. Manifiestan que no pueden registrar a dichos trabajadores; que de la única manera que pueden seguir trabajando es en negro o como le llaman ellos cooperativas truchas. Final del cuento, todos los trabajadores quedaron en la calle. Y la sanción es nada, actúan con absoluta impunidad…
RP: ¿No te cansa esta situación de nadar contra la corriente, que todo venga cuesta abajo, que los obreros cada día estén en peor situación?
CL: Estoy recontracansada, estoy harta de siempre lo mismo. No podemos avanzar… en lo salarial no podemos decir nada porque siempre hemos arribado a un acuerdo, pero en número de afiliados no avanzamos. Nunca podemos sumar gente bajo relación de dependencia. Estamos todos los días en la calle, quilombos tenemos todos los días.
RP: ¿Por qué no los visibilizan?
CL: Porque tendríamos que llamarlos todos los días y ya ni vienen… Si querés que te avisemos de todos los quilombos, te llamamos. Y sabes qué pasa, que siempre que reclamás, la gente queda en la calle, me entendés… Y entonces viene la crítica de que el sindicato no hace nada. Y estamos solos. El gobierno no incentiva ni los ejecuta para que lleven adelante la registración y todo sigue igual de mal.
RP: ¿Y si todo sigue igual de mal por qué seguís?