Aún numerosos barrios permanecen sin energía eléctrica y las guardias de EDEA no responden ni hay respuestas oficiales. Un impresionante meteoro que atravesó la ciudad con dirección SE – NO, no sólo produjo anegamientos, sino que provocó serios daños en viviendas particulares y en el mobiliario urbano. Los desagües pluviales (mal mantenidos por OSSE) fueron insuficientes y el meteoro que se extendió por aproximadamente 30 minutos en su pico de intensidad, obligó a situaciones extremas a personas que no lograron protegerse de la intensa precipitación pluvial, sino también soportar la caída del granizo.
En algunos sectores debió interrumpirse la circulación del transporte público, no sólo debido a la falta de visibilidad, sino que además los vecinos debieron salir a la calle para cortar el tránsito e impedir que el agua inunde sus viviendas, en especial en la zona de la Nueva Terminal, cuya elevada construcción terminó perjudicando todos los barrios aledaños, incluida la importante calle San Juan. Era como ver la misma película 20 años después de lo que ocurría en aquel entonces en Las Heras y Sarmiento en sus intersecciones con Alberti.
En el Casino Central hubo que evacuar sectores de las máquinas electrónicas de ese sector de juego, donde el techo se desplomó sobre el público por el peso del agua. Por razones de seguridad fue vedado el ingreso a los apostadores, que compartían el lugar con personas que habían invadido la Casa de Piedra para guarecerse del rigor de la fuerte lluvia y el granizo