Mauricio Macri menciona sucesivamente a Carlos Melconián, a Baldassi, a Miguel Angel Del Sell, a Diego Valenzuela, a Leandro Ginobili, pero nunca se pronuncia sobre “Polo” Román o “Lalo” Ramos. Todo obedece a que Emiliano Giri, se ha mostrado escasamente confiable, para alinear tropa propia (inexistente) tras haber anunciado acompañar la candidatura de Mario Rodríguez, en las listas de Ricardo Alfonsín.
Giri definido como “cualquier caballo le queda bien”, lo ha demostrado en pocos meses, y marca una tendencia, que se ajusta a quienes lo conocen más de cerca, que aseguran que también hubiera vestido la camiseta K, pero surfeó la ola sin observar que la costa está dura.
Emiliano Giri ha decidido acompañar (luego de hacer negocios con Pulti) la acaudalada candidatura de De Narváez, ya que ha perdido según sus propias expresiones “mucha plata que los radicales luego no rendían como gastos de campaña”, parece que le queda plata en el camino. Esta es la síntesis de un enmarañado y nocivo proceso de los dineros de campaña en 2011, en detrimento de la militancia pura, o sea que representa la versión K pero con plata”.
En la línea de órdenes, la red informática de pagos, sociedad anónima y el Proyecto Pelli, tiene más que ver con la cobertura del “Colorado”, protegiendo a Daniel Scioli (algo muy jodido) que poner la cara por Mauricio, Mauricio Eugenia y Guillermo Montenegro, pero la política no es sólo sinónimo de contaminación, sino de mayor contaminación.
“Prepárense que vamos con De Narváez”, dijo Isidoro Laso, uno de los principales armadores territoriales de Scioli a un grupo de referentes de la Séptima Sección. En paralelo, intendentes del Conurbano -puntualmente de la Tercera- también piden lugares en esas listas. Aseguran que más allá de las fotos con Julio De Vido, los fondos para obras no llegan.
“Prepárense que vamos con De Narváez”, afirmó el histórico Isidoro Laso, hombre de relación directa con el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez. Laso es uno de los principales operadores de Scioli cuando de armado político se trata y su definición no fue para las cámaras: La dijo en un plenario de dirigentes de la Séptima Sección Electoral.
La reunión ocurrió el viernes pasado y forma parte de una decisión largamente anticipada por LPO: Ante el ahogo financiero de la Casa Rosada, Scioli entiende que la “afectio societatis” con el kirchnerismo se ha terminado. Poco afecto a los movimientos dramáticos, estrenó en la política argentina las rupturas con silenciador. Su candidato para octubre es Francisco de Narváez. Así de simple.
Tan simple como que la primera manifestación certera de esta situación quedó en boca del subsecretario de Reforma Política del gobierno bonaerense, en la reunión con referentes sciolistas de la Séptima.
Allí estaban el ex intendente de Roque Pérez, Hugo Oreja; el referente de Saladillo, Juan Almada; Miguel Santillán, de Azul; Zulma Albanesse, de Bolívar y Alfredo Sivero, de General Alvear; entre otros sciolistas. “Nuestra agrupación va a jugar con el Colorado”, aseguró Laso en la charla. Esa agrupación es La Juan Domingo, un armado que nació en el Senado bonaerense para resistir a la embestida del kirchnerismo sobre el Gobernador.
Laso (que trabajará en la esa línea en el interior de la provincia) fue directo: Hay que negociar lugares en la lista de Francisco De Narváez. Según trascendió, Scioli pretende que entre concejales y legisladores, De Narváez le entregue unas 60 candidaturas. Más tarde, desde el entorno de Laso, negarían a LPO sus referencias al Colorado en esas reuniones.
Se trata de una apuesta estratégica de Scioli: El control del poderoso peronismo bonaerense, aquel que pone -y saca- Presidentes. Es un movimiento coherente con la decisión que tomó en 2012 cuando lanzó su candidatura a Presidente. Candidatura que a pesar de los ataques del kirchnerismo -en los que solapadamente le pedían que la bajara-, mantiene firme.
Scioli sabe que De Narváez, ya tiene experiencia en ganarle al kirchnerismo en elecciones de medio término. Y, como adelantó LPO, pasó de un discreto apoyo financiero a militar la lista del empresario.
Los intendentes toman distancia
Pero a ese armado sciolista – denarvaista también se suman intendentes. Un jefe comunal del Conurbano ya negoció un diputado provincial en esa lista. Otro, mantuvo una reunión con Scioli días atrás en su quinta de Villa La Ñata y hablaron del tema. Ambos suelen aparecer en las fotos con Cristina Kirchner y tienen asistencia perfecta en todos los actos que convoca el ministro Julio de Vido, con su fantasmagórico plan “Más Cerca”, que vive prometiendo obras que hasta ahora los intendentes no ven.
Los dos intendentes mencionados son de la Tercera Sección Electoral, la más populosa del Conurbano, algo así como el corazón del corazón del peronismo. Y no se trata de una decisión apresurada. Al igual que muchos de sus colegas, sienten que en el gobierno nacional no se ocupan de “contenerlos”. Ni política ni fondos.
“El gobierno es una caos, nos convocaron en el verano a la cumbre de Santa Teresita, se suponía empezaba un armado en el que íbamos a ser protagonistas, después aplazaron como tres veces la próxima reunión que iba a ser en La Matanza y al final y sin que avisen, todo quedó en la nada”, afirmó a LPO uno de esos jefes comunales.
Esta falta de línea política se combina de mala manera -para la Casa Rosada- con la ausencia de fondos cuando faltan apenas un par de meses para las primarias. Y se agregan las inconsistencias graves que acumula la economía y que ya empezaron a penetrar en los sectores más populares, sobre todo la inflación.
En este mar de fondo, el kirchnerismo no tuvo mejor idea que alentar un fulgurante crecimiento de La Cámpora en el Conurbano, que se supone pretenderá llevarse la parte del león en el cierre de listas. Por eso, los intendentes ya comenzaron a negociar lugares con De Narváez, en un calco de la jugada que hicieron en el 2009 y que ayudó a la derrota de Néstor Kirchner.