El 87 % de los venezolanos no llega a comprar los alimentos básicos. El kirchnerismo nos llevaba en ese camino, pero eligió irse envenenando los pozos de agua. Aún cumplidos 100 días de otro gobierno, se desconoce la real mensura del daño que ha causado. Todavía del placard que se abre se cae un muerto, en Jujuy (Milagro Sala) o Tierra del Fuego (Rosa Bertone) ni Santa Cruz con Alicia Kirchner se salvó. El 22 de noviembre último el pueblo dijo basta. “Si quieren formen un partido político y ganen elecciones” desafiaban, bueno precisamente de eso se trata, los K han entrado en un proceso de reducción a su mínima expresión, sin inserción en la reorganización del P.J.
Ya han salido a romper todo. Habló Daniel Scioli, quien debería estar dando explicaciones ante la justicia, pero sin pudor ni prudencia política, dice que “perdió ahí nomás”. Lo que no perdió es su cuota de cinismo e hipocresía al palo, que siempre lo distinguieron. Ya salió a dar recetas sobre las medidas económicas y a perorar sobre lo que él proponía. En el P.J. no lo quieren ni ver, su futuro está fuera de la política.
Scioli recibió un indulto por adelantado. Reconoció su derrota con el 70 % de los votos escrutados cuando el margen de error (2 /3 %) era la diferencia del 22 de noviembre a las 21. Esa concesión fue una contribución inestimable por su valor, ya que descomprimía a activistas partidarios decididos a proclamar el triunfo del Frente para la Victoria.
Fernando Espinosa no se quedó atrás “si el conurbano explota se cae Macri” luego pidió disculpas (¿qué valor tienen las disculpas de Espinosa?), pero dejó su pensamiento al desnudo. Pablo Moyano (muy adicto a la violencia verbal, un provocador propio de la patota sindical) dijo que se acabó la luna de miel con el presidente de la Nación. Hugo, su padre, es una amenaza latente, muestra sus dientes (si su ortodoncia se lo permite) cada vez que puede, y el diputado nacional Facundo Moyano, con alto rechazo en Mar del Plata, cuando se midió como candidato a intendente, también lanzó sus dardos contra el presidente de la Nación.
Seguramente en esa misma línea, su ahora jefe político, el ex jefe de gabinete de CFK, Sergio Massa, expresó que entraron con una motosierra al quirófano, aludiendo a los aumentos aplicados a tarifas de servicios públicos. Scioli, Massa, los Moyano, Espinosa son todos cortados por la misma tijera. Su mayor desafío es quebrar a CAMBIEMOS, es la apuesta para el 2017, ya que las elecciones legislativas, podrían poner a Macri camino a la reelección en 2019. Para el P.J. sería una tragedia ya que como facción se tutea con el poder, el único objetivo que persiguen.
Todos ellos, y más, fueron parte del 54 % del 2011 y quienes habilitaron a CFK, Boudou y Kicillof, a llevar adelante el cepo, la venta de dólar futuro, a esconder la pobreza y la desocupación. Llevaron al país a un déficit de casi el 8 % del PBI. Hoy pretenden ser la solución, cuando en realidad forman parte del problema, porque son los responsables de la herencia, son copartícipes necesarios de haber perdido autoabastecimiento energético, de subsidios que desaparecieron en manos de concesionarios, de la tragedia ferroviaria, de hospitales colapsados, de escuelas destruidas y de haber sumido a los argentinos en el 35 % de pobreza. Sólo a manera de síntesis, cuando por su lado sostenían, que estaban llevando adelante un modelo virtuoso, recordar “esto no es magia”, se decía en cadena nacional o cuando llenaban el Patio de las Palmeras.
Para ser más claro, necesitan cortarles la piernas a CAMBIEMOS, parafraseando a Diego en el mundial de EE.UU. Maradona, con sus problemas en cancha, era un problema para todos. La política argentina ha protagonizado sus más aberrantes concepciones desde 1989 hasta 2015. El egoísmo y la mezquindad, han postergado a generaciones de argentinos, provocando desencuentro, divisiones y desarraigos, una cuenta que no van a poder saldar nunca.
La novedad que surge en todo este proceso, es la intervención por ejemplo (entre otros) de la religiosa Martha Pelloni y de la conductora Mirtha Legrand. Ambas funcionales a ese coro de descontentos, con interés de debilitar la gestión desde el vamos, y también por qué no ganar espacio para liderar la oposición. Legrand y Pelloni, involuntariamente propagan las llamas, con las tentaciones propias del populismo. Se mostraban como horrorizadas por los aumentos de tarifas, que llevaban una década sin actualizarse, aplicándose un subsidio al revés, lo cual favorecía el clientelismo político. Los despidos y la metodología, cuestionaron ambas. Pero el Estado no puede ser el ámbito de refugio de la militancia rentada y sostenida por una presión impositiva nunca vista. Sin embargo, no se cuestionó cómo fue el ingreso y nombramientos a mansalva desde enero de 2015, en un proceso de aceleramiento para capitalizar puestos por votos.
Cómo se observa no hemos llegado al capítulo de la corrupción por un lado, y al de la corruptela instalada por el otro, que ha dejado la denominada década “ganada”. Porque todos ellos, (excluyendo a Pelloni y Legrand, obvio) han sido cómplices por acción u omisión. Los votos por los fondos buitre, fueron el último gesto del P.J. hacia CAMBIEMOS.
La inmovilización del país, la inflación que dejó de ser un dibujo de la estadística oficial, la inseguridad y el narcotráfico, son también parte de la herencia. Esta misma herencia debe darse a conocer generosa y diariamente, en todos sus sentidos, los argentinos tienen memoria corta, y esto puede ser letal, para la profundidad de transformaciones que el país necesita poner en marcha a la brevedad posible. La Argentina ha sido un país que estuvo secuestrado, por una banda de delincuentes políticos, y quienes hoy intentan diferenciarse formaron parte de la misma.
Semejante desastre no ha sido casual, lo cual agrava este cuadro de situación. La economía arrasada y la súper población de agentes en organismos y universidades públicas, eran el compromiso del futuro inmediato, todos conocíamos el armado de esta trampa. El endeudamiento y el fin de la negociación con los fondos buitre, fue un gesto sólo dócil para congraciarse con el mínimo sentido común, una forma de admitir que para nada pueden gritar su inocencia. Por eso lo votaron.
Jorge Elías Gómez
“No-fue-ma-gia” … y no , no fue eso … fue LA DÉCADA GARKADA !!! Corruptos !!!
Jorge Elías Gómez, el veneno lo tenes vos…
Acaso ten{es la bola de cristal para decir “El kirchnerismo nos llevaba en ese camino…”
Como periodista… patetico
Espero te vaya muy bien con los globos
Jose
José, te falta que digas que votaste a Macri (como lo venís haciendo con Arroyo).
La bola de cristal es para conocer el futuro, no el pasado. No tenés compresión de textos, ignorante.
Patético sos vos, kirchnerista fanático, que siempre defendés lo indefendible.
NO FUE MAGIA, FUE MAFIA.
Lo mejor que he leido en politica en mucho tiempo. Felicitaciones Jorge Gomez, es un placer leerlo.
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Excelente
miente miente que algo quedara… es lamentable leer a periodistas como vos…