En días que el actual subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación exhibe a la 259 C Mendoza como la única draga que puede salvar al puerto de Mar del Plata, contamos la historia de su gemela, inactiva desde que el astillero del actual funcionario ganó una licitación para repararla en el 2006.
Como funcionario al frente de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, el ingeniero Horacio Tettamanti apuesta a que la draga 259 C Mendoza, que opera bajo su administración, pueda liberar al puerto de Mar del Plata de la amenaza de sedimentos que forma el banco de arena recostado sobre la Escollera Sur.
Como empresario naval y responsable del astillero Servicio Portuarios Integrados (SPI) jugó un papel clave en un proceso de reparación que lejos de cumplirse, desactivó una draga gemela a la “Mendoza” que ahora tanto pondera y valora mientras todos en Mar del Plata esperan la draga de corte que prometió meses atrás cuando asumió Matías Machinandiarena como interventor del Consorcio.
Esta historia tiene algunos años que costaron mucho reconstruir. Se trata de la draga 257 C, la cual inició una reparación integral en marzo del 2006 a partir de la licitación 13/2005 de la Administración Nacional de Puertos.
SPI Astilleros, presidido en ese entonces por el hoy funcionario nacional, fue adjudicado de la obra de reparación integral que tuvo una inversión de 9,6 millones de pesos. Pero a más de seis años de aquella tarea, la embarcación nunca más volvió a dragar.
“Fue una pelea ardua con Tandanor para ver quién ganaba la obra”, recuerda ante REVISTA PUERTO una fuente memoriosa de la Subsecretaría de Puertos, en ese tiempo, conducida por Ricardo Luján. “Tettamanti la ganó por muy poca diferencia pero está claro que no le dieron las cuentas porque esa obra nunca se terminó”, aventura sin saber en qué situación quedó el proceso de licitación.
Ahora el empresario naval está del otro lado del mostrador y con todo el poder como para pulir cualquier detalle que haya podido quedar olvidado de aquel proceso trunco.
El plazo de obra de la reparación de la 257 C eran 210 días corridos, según la información oficial. Una vez terminada ya tenía asignada una obra importante. “Colaborará con los trabajos de dragado de los canales Norte y Acceso al puerto de Buenos Aires hasta el Km 12. Posteriormente continuará con las tareas de mantenimiento”, decía la gacetilla informativa elaborada por Puerto Buenos Aires el 3 de marzo de 2006.
Desde la Subsecretaría de Puertos confiaban en un trabajo eficaz del astillero de Tettamanti puesto que la apertura de sobres de la obra de dragado que realizaría la 257 C se abriría una semana después, el 10 de marzo.
“¿Reparada o desguazada?”, pregunta Luis Gavilán cuando este medio le pregunta por la tarea que realizó SPI en la embarcación estatal que tiene/tenía una capacidad de cántara de 2 mil metros cúbicos y una profundidad de dragado de 18,26 metros.
Gavilán es el secretario General de la Seccional Puerto Quequén del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento (SIPEDyB) y muy crítico con el desempeño que tuvo el astillero del hoy funcionario nacional.
Los 210 días se transformaron en más de 1500. La draga sigue amarrada en Isla Demarchi en las mismas condiciones en que las dejó SPI. El dragado que debía encarar la 257 C finalmente lo tuvo que hacer la UTE conformada por las empresas Servimagnus S.A.; Rowing S.A. y SDC Do Brasil Ltda, con una inversión de 41,2 millones de pesos.
“El problema fue que en SPI subcontrataron talleres en el gran Buenos Aires para reparar los motores. Luego no pagaron y quedó todo desarmado”, completó el sindicalista que ahora lo tiene a Tettamanti como patrón de todos los tripulantes de la draga.
“Era la joya de la Dirección de Vías Navegables, la que tenía el casco mejor conservado. Se debían reparar los motores, la desguazaron por completo y nunca más lo ensamblaron”, detalla Gavilán sin ocultar la bronca.
La base de operaciones de la flota de dragado y balizamiento de la Subsecretaría de Puertos es un sector de cien metros de muelle en la mediática Isla Demarchi. Entre esa flota está el casco flotando de la 257 C.
“Ese plan de trabajo generó una enorme controversia”, dice Juan Carlos Schmid, secretario General del SIPEDyB ante la consulta de REVISTA PUERTO. El dirigente no recuerda detalles de la intervención del astillero de Tettamanti pero sí coincide con Gavilán. “Era el mejor equipo que teníamos y lo desmantelaron”.
Este medio pretendió conocer la versión del astillero sobre el rol que cumplió en la reparación de la draga 257 C, pero solo hubo silencio. Se intentó dialogar con Miguel Angel Sánchez, Gerente de Relaciones institucionales e Internacionales de SPI. Se lo llamó al celular y se le envió un correo electrónico.
Sánchez, que es el Presidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) en reemplazo de Tettamanti, tampoco pudo ser ubicado en el Astillero para que explique lo que sucedió con la draga nacional.
Roberto Garrone