Ciudad

Falta de agua potable en el barrio Antártida Argentina, no hay respuestas del municipio

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En el día de ayer se produjo un corte de calles por parte de los vecinos del barrio Antártida Argentina quienes reclaman al Estado municipal por el derecho básico al agua potable. El mismo comenzó a las 9.30hs y fue realizado en la Avenida Jorge Newbery  a la altura del barrio privado “Rumenco”.

Los vecinos junto con la iglesia católica, las sociedades de fomento, las escuelas y diferentes Ongs de los barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del Mar, Monte Terrabussi, vienen pidiendo hace 15 años una solución efectiva al problema del agua. Estos actores sociales, que conforman la Red Comunitaria Antártida, decidieron realizar un corte ante la extrema situación que acontecía y la falta de respuestas por parte del Estado.

Mientras que familias enteras al grito de “no le mientan a los pobres” llevaban adelante este reclamo social y ambiental, Marcelo Fernández de asuntos de la comunidad de General Pueyrredón prometió acercarse al lugar pero no cumplió. Quienes sí se acercaron fueron representantes de OSSE para concertar, a pedido de los vecinos, una reunión con sus superiores. En la misma, la presidenta de la sociedad de fomento de Santa Rosa del Mar, Marta vecina de la zona  y  el padre Luis Alboñiga fueron recibidos por la vicepresidenta de OSSE, Maria Taboada, entre otras autoridades. Esta no fue fructífera ya no solo no tenían un plan a seguir para generar redes de agua potable en la zona, sino que se les planteo a los vecinos que no iban a tener una solución a la problemática hasta el 2015, y como si fuera poco también negaron que el basural hubiera contaminado las napas, lo que es un absurdo ya que en las mismas se han registrado restos de metales pesados y mercurio lo que trae graves problemas de salud tales como cáncer, hidatidosis y gastroenteritis.

En el año 2012, el municipio instaló 12 tanques los cuales se comprometió a recargar 3 veces por semana. Pero según lo que expresaban los allí presentes, esto no sucede así. Son varios los problemas que acontecen: los tanques, cuyas bocas de expendio están a la altura tanto de las personas como de los animales no son higienizados; muchas veces los recargan solo hasta la mitad y no en su totalidad; y en otras ocasiones ni siquiera son recargados debido a la mala condición de los caminos y la imposibilidad de los camiones de transitar por ellos. Esto trae como consecuencia que las familias que viven allí, las escuelas y la sala de salud consuman el agua contaminada para su uso diario.

Muchos de las personas que viven en estos barrios, son trabajadores del basural. Desde La Alameda venimos apoyando la lucha puntual de estos recicladores que trabajan a destajo en situaciones de extrema vulnerabilidad mientras que la municipalidad mira para un costado sin reconocer sus derechos laborales y la importante tarea ambiental que dichas personas realizan por la ciudad. Esta problemática, atravesada por el trabajo infantil y la inminente avanzada del narcotráfico, no concluye solo en sus lugares de trabajo ya que el Estado no les garantiza ni siquiera un derecho tan básico como el agua potable.

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