De eso (al menos por ahora) no se habla. Que no se hable demasiado de la Fórmula Uno en Mar del Plata no es una buena señal. El tiempo pasa y lo que en su momento asomó como un anuncio rimbombante hoy arroja dudas e incertidumbre en todas direcciones. ¿Por qué motivo todavía no hay una confirmación oficial respecto a la realización del GP en el callejero de Playa Grande y la Base Naval? Por ahora, al menos hasta hoy, silencio de radio entre funcionarios nacionales y locales.
Si la idea de máxima es que la ciudad forme parte del calendario de la F1 en la próxima temporada, es decir en el 2013, habrá que apurar los tantos. Ni más ni menos. Construir de cero un circuito (con todo el despliegue logístico que esto supone) no es tarea sencilla y no se puede hacer de un día para otro. Requiere de una planificación especial, pensada de forma meticulosa. Pero además demanda algo que, por estos días, en tiempos de crisis financiera global, aparece como un tesoro todavía más difícil de conseguir: fondos. O dicho de manera más llana: plata (y en clave verde, es decir dólares).
El anuncio presidencial realizado no mucho tiempo atrás dio por sentado que la F1 volvía a la Argentina y que Mar del Plata había sido el escenario elegido para el desembarco de Alonso, Vettel, Hamilton y compañía. Pero lo que en un principio fue transmitido como si todo ya estuviera abrochado, de golpe y porrazo derivó en un panorama no tan claro, con muchas cosas por definir (entre ellas, dato nada menor, los contratos). ¿Se apuró la presidenta? ¿La hicieron anunciar algo que todavía no estaba definido?
Hoy, en el frío invierno marplatense lo que queda por hacer es prender velas para que en un plazo no muy lejano haya finalmente algún anuncio que sirva para clarificar el horizonte. Por lo pronto el tiempo corre y los plazos se angostan cada vez más.
Guillermo Cechetto