Con la mira puesta en la resolución de la paritaria nacional docente y el piso salarial que surja de esa negociación que será tomado como parámetro por la Provincia, los gremios estatales bonaerenses aguardan una nueva convocatoria oficial para discutir el aumento de sueldos.
Mientras se aguarda ese desenlace y en medio de amenazas de medidas de fuerza de algunos sectores, existe una fuerte preocupación en torno de las quitas que sufrirán los trabajadores si con la mejora que se disponga llegan al piso por el cual empiezan a tributar el Impuesto a las Ganancias o dejar de percibir la Asignaciones Familiares.
“Acá no se trata de discutir un porcentaje a secas: hay que ver si el aumento no termina siendo licuado por el impuesto”, indicó a este diario uno de los dirigentes de los sindicatos que agrupa a los empleados del Estado y que está participando de las negociaciones.
Es que el temor sindical pasa porque el aumento se vea neutralizado o disminuido por dos variables clave: el Impuesto a las Ganancias y el pago de la Asignaciones Familiares.
Como ambos regímenes se manejan por topes a partir de los cuales se comienza a tributar, se estima que numerosos trabajadores van a sobrepasarlos con la mejora, de forma tal que lo que lograrán por un lado en la negociación con la Provincia, se terminará escurriendo por el otro rumbo a las arcas de la Nación o del propio Estado bonaerense.
INQUIETUD
Si bien el gobierno nacional aumentó el piso de Ganancias en un 20%, los gremios dicen que “todo lo que suba por encima de ese porcentaje se lo lleva la Nación”.
Pero además, cuando los sueldos comiencen a subir por efecto de las paritarias, la mejora por la suba del piso de Ganancias que dejaba afuera de la obligación a numerosos trabajadores, se irá diluyendo. El impacto, además, será distinto si los aumentos salariales se otorgan de una sola vez o en cuotas, tal como pretende la Provincia.
Con los nuevos valores del piso anunciado hace algunas semana por la Nación, los trabajadores en relación de dependencia quedarán alcanzados por el impuesto a partir de un sueldo neto (luego de descontar aportes jubilatorios y a la obra social) de 90.202 pesos al año. Considerando 13 sueldos (12 meses más aguinaldo), son 6.939 pesos promedio por mes, cuando antes el piso era de 5.782 pesos.
“El 60% de los docentes tiene dos cargos y entonces pagan Ganancias”, grafican.
La otra cuestión que está en la mira de los gremios tiene que ver con las Asignaciones Familiares. El tope de 7000 pesos para cobrar los 340 pesos por hijo, podría ser superado con la mejora, que de esa forma se vería reducida de hecho por la quita del beneficio.
Por eso los sindicatos pretenden que más allá del porcentaje del aumento, se tengan en cuenta estas variables que reducirían la mejora salarial de bolsillo.