Consideran que liquidó al radicalismo bonaerense en en la provincia de mayor representación, causándole consecuencias insalvables. La movida rompe sus actuales alianzas y provoca el alejamiento de sus socios por la desconfianza que produce el senador nacional y su cero proyección en el histórico partido bonaerense. En 2023 ya había cerrado la sede del comité local en su calidad de presidente de la UCR bonaerense
Al mejor estilo pejotista, desde el corazón del espacio que encarna Facundo Manes comenzaron el operativo seducción de dirigentes para salir a buscar votos y quedarse con la conducción del partido radical en la provincia de Buenos Aires.
Con buen diálogo con el Comité Central, Manes organizó un encuentro de dirigentes durante el fin de semana para avanzar en la conformación de un espacio interno que de la pelea por el partido en territorio bonaerense y con su hermano, Gastón, a la cabeza de ese espacio.
“No hay 2027 sin ganar el Comité primero”, dicen en el interior del sector que comanda Manes y que comienza a visibilizar algunos intendentes en su canasta para quedarse con el espacio y ganar territorio.
Manes ostenta un bloque de seis diputados que le responden directamente y en privado sonríe “tener más que el Presidente”, aunque sabe que el radicalismo en unidad podría quedar como una fuerza de poder interno real en territorio bonaerense y pararse como principal opositor de Axel Kicillof en un eventual enfrentamiento.
“Tenemos que despegarnos del mote de derecha que nos endilgaron por la alianza con el PRO y para eso hay que buscar nuevas alianzas en la dirección histórica que siempre tuvo el partido”, dice uno de los legisladores radicales que reporta en la canasta de Manes.
Hoy, con más de una veintena de intendentes, el radicalismo unido puede mostrarse como la segunda minoría y quedarse con el diálogo directo con el Gobernador Axel Kicillof, lo que los posiciona mejor para el escenario político actual. Sin embargo, Manes todavía no tiene en el horizonte alinear los bloques.
