No es un buen momento para el ex gobernador Daniel Osvaldo Scioli. El escándalo en el que se vio envuelto con su ex novia Gisela Berger lo tiene a mal traer. No tanto por lo que dicen las encuestas (los consultores creen que bajará, pero seguirá siendo el peronista que mejor mida, exceptuando a Cristina Kirchner), sino porque sus problemas amorosos significan una carta que se guardan los otros aspirantes a liderar la lista, para el momento en que haya que definir: “¿qué pasaría si le explota otro problema de este estilo en la campaña? Nos hunde a todos”, dice uno de los interesados.
Pero Scioli tiene que lidiar con otros inconvenientes, mientras tanto. En su casa de La Ñata hay un amplísimo quincho repleto de fotos, boletas electorales y objetos que repasan diferentes momentos de su vida: un museo personal. Conviven, además, algunos de los muñecos de cera que están por toda la propiedad. Gente que Scioli admira, como Perón, Evita, Messi y los Pimpinela.
Esa edificación es el espacio de la rosca, donde Scioli arma su estrategia electoral.
Pero la desdicha también ha alcanzado a “su lugar en el mundo”. Así lo revela una fuente del peronismo: “con todo lo que pasó, muchas mujeres de políticos le prohibieron a sus maridos que vuelvan a pisar La Ñata”.
El búnker del ex gobernador también ha caído en desgracia.
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El mitómano serial y misógino ES UN FRACASADO, cuándo se verá realmente su desprecio x el Pueblo a través de Todo lo q deshizo mas lo q no hizo. UN INÚTIL COMPLETO, QUE DEBE EXPLICAR DE DONDE SALIÓ LA ÑATA CON UN SUELDO ESTATAL…. Sumado a la cosificación de la MUJER no merece un voto. Mujeres, somos Mayoría, hagamoslo saber: detestamos los cínicos maltratadores. Este mamarracho no puede conducir ni un triciclo.