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Entrevista a Roberto Férnandez: Sociedades Anónimas Deportivas: entre el rechazo de los clubes, la autonomía de la AFA y la crisis institucional

En la antesala del balotaje en Argentina se volvió a despertar una vieja discusión sobre la posibilidad de privatizar los clubes deportivos, principalmente los vinculados al fútbol. Sin embargo, esta propuesta tuvo su primera intromisión en el país en 1998 de la mano de Mauricio Macri pero no prosperó, y un cuarto de siglo después sigue mostrando un masivo pronunciamiento en contra de esta posibilidad. Por eso,  dialogamos con el Doctor Roberto Fernández, presidente de la Liga Marplatense de Fútbol, que explicó desde el punto de vista jurídico y dirigencial de qué se tratan las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), cuán viable son en el país, el rol de las gerenciadoras y el difícil momento que atraviesan las entidades deportivas.

Asociación Civil sin fines de lucro o cotizar en bolsa. El club es de los socios o de capitales privados. Ganar o perder un partido. A ese punto llegó el intercambio de ideas durante los últimos días cuando se reaviviaron las declaraciones del candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei. Al poco tiempo, los principales clubes del país que mayoritariamente compiten en Primera División, salieron a través de las redes sociales a ratificar sus modelo de gestión.

Pero para que esto suceda, o no, hay dos cuestiones que son la clave de este entramado. “Para ingresar al fútbol hay que modificar el estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA),. Por lo tanto, con solo que los asambleístas digan que no es suficiente. No se necesita de la política ni de ningún político para que las Aociedades Anónimas (SA) puedan ingresar. Por más ley que haya, si la AFA no modifica su estatuto, no pueden entrar y, en consecuencia, es que las ligas y los clubes tienen que ser asociaciones civiles“, explicó Fernández.

En este sentido, es importante remarcar que, para la FIFA, la única asociación reconocida es la AFA y es ella quien tiene que elaborar su propio estatuto.”Si la política modifica las leyes internas de la Asociación, corres el riesgo serio y certero de que la FIFA te desafilie o te suspenda la afiliación. Es decir, que el fútbol es autónomo“.

En segundo lugar, tampoco son obligatorias. “Todos los países donde están instaladas, son optativas. En el caso de España, por ejemplo, ni el Barcelona, el Real Madrid ni la Real Sociedad, son sociedades anónimas. Ellos mantuvieron su condición de asociación civil, distinta a la nuestra, pero asociaciones civiles”, remarcó el ex presidente del Consejo Federal del Fútbol Argentino (CFFA).

Las SAD, que es la denominación que tienen en España, son grupo especial dentro de las sociedades anónimas pero que en Argentina se desconoce tipología utilizarían para aplicarse al deporte. “Ninguno es la panacea, ni ninguno de los dos es malo. Si agarrás un diario, en los edictos judiciales todos los días quiebran 20 o 30 sociedades anónimas. Y con las asociaciones civiles pasa exactamente lo mismo. En definitiva, es una cuestión de gestión”, agregó.

“Hay que preparar un sistema superador de la actual asociación civil, hay que generar un sistema  especial para los clubes, porque hoy los clubes tienen la misma estructura jurídica que la asociación civil social del momento y los objetivos y la participación de los socios es totalmente diferente.

Este debate, a su vez, saca a la luz otro problema que es la situación interna de los clubes bajo la normativa vigente. “Las SA no son la solución pero hay que buscar un punto intermedio porque hoy hay clubes que hace más de seis años que no presentan un papel en la dirección de personas jurídicas, que es el organismo de contralor. Si no estamos al día quiere decir que hay algo que no funciona. Las asociaciones civiles así no pueden funcionar. Lo que pasa es que muchos prefieren esto porque los controles precisamente son más  más flexibles, entonces podés disimular otras cuestiones. Si vamos a defender esta figura jurídica, cumplamos con lo que nos exigen porque si no es abstracto“.

El rol del socio

Los clubes tienen el valor agregado del sentido de pertenencia del hincha que paga mes a mes su cuota social para contribuir con la institución y ser parte de ella. Pero la participación no implica solamente ir a la cancha, alentar y acompañar al equipo sino que sus responsabilidades también infieren a la hora de la toma de decisiones, espacio donde muy pocos intervienen. “Es hermoso que a los clubes lo manejen los socios, pero tienen que progresar. Hoy la gente no va los clubes. Cuando haces una asamblea, sobre 2000 socios van 100 y tenés que correr a las casas para que te firmen el libro de asistencia porque no llegan. El modelo actual de los clubes ha fracasado. Tenemos las mismas estructuras jurídicas de los clubes que cuando se fundó ALUMNI, el primer club de la Argentina”.

Hace 30 años, los días de semana los clubes estaban llenos, hoy no hay nadie, La gente tiene otras preocupaciones, otras obligaciones y otras exigencias, está peleando a partir del día 10, cómo hacer para llegar a fin de mes, cómo pagar el alquiler.

Las gerenciadoras como alternativa económica

Durante la década del 80, la llegada de capitales privados al fútbol argentino a partir del gerenciamiento empezó a cobrar vida. Esta actividad consiste básicamente en la explotación de una actividad deportiva determinada encargándose de solventar sus costos a cambio de algún tipo de beneficio. Loma Negra de Olavarría, la empresa-club de Amalia Lacroze de Fortabat, fue la primera experiencia en el país que continuó con Defensa y Justicia (Excellens SA) en 1989.

El caso quizás más recordado es el de Racing, no tanto por su inicio sino por su final. Inmerso en una grave crisis económica, la “Academia” siguió el camino de la privatización a través del empresario Fernando Marín. Si bien tuvo un comienzo exitoso,salvándose del descenso y un año después conquistando un título local tras 35 años, la experiencia culminó en 2008 por la fuerte presión de los hinchas hacia el conductor de la gerenciadora, Fernando De Tomaso, y de los recurrentes pedidos de quiebra recibidos.

Este método también llegó a los clubes del interior del país. En el caso de Talleres de Córdoba, tras quebrar en 2004, quedó en manos de Ateliers que estuvo hasta fines de 2014 cuando el club volvió a celebrar elecciones y un año después logró el regreso a la segunda categoría del fútbol argentino.

“En el 2000, la AFA reglamentó la inversión privada en los clubes después que se presentó el proyecto de Sociedades Anónimas pero hay muchos que no la tienen blanqueada. Si vos tenés una o dos personas que están haciendo el aporte dinerario a los clubes para que estos subsistan, es un gerenciamiento. Estos están permitidos para los clubes que practican fútbol profesional pero está lleno de ejemplos en el fútbol del interior”.

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