Los nacionalistas euroescépticos serían los que más crecerían en las elecciones al Parlamento Europeo celebradas el domingo, mientras que los Verdes y los liberales perderían terreno, según un sondeo a pie de urna agregado, un cambio que puede complicar la formulación de políticas de la UE y los intentos de profundizar en la integración del bloque en los próximos cinco años.
Los partidos de extrema derecha de Francia, Alemania, Países Bajos, Austria y otros países obtuvieron buenos resultados en una votación en la que la balanza de poder se inclinará hacia la derecha en el Parlamento de 720 escaños, que contribuye a configurar y aprobar la legislación de todo el bloque.
El impacto de la votación de la UE se vio inmediatamente en Francia, donde el presidente Emmanuel Macron convocó inesperadamente unas elecciones parlamentarias anticipadas, después de que su partido sufriera una dura derrota a manos del partido de ultraderecha Agrupación Nacional.
Los grupos nacionalistas euroescépticos Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID) y los candidatos de extrema derecha de la AfD de Alemania —no afiliados aún a una familia política de la UE— obtuvieron juntos 149 escaños, lo que supone un aumento de 22, según un primer sondeo a pie de urna centralizado.
El sondeo a pie de urna preveía que los partidos proeuropeos de centro-derecha, centro-izquierda, liberales y verdes mantendrían una mayoría de 451 escaños, pero significativamente reducida en comparación con los 488 de la cámara saliente.
Los Verdes europeos, en particular, han sufrido fuertes pérdidas, reduciéndose a 53 diputados frente a los 71 del anterior Parlamento.
Un giro a la derecha dentro del Parlamento puede dificultar la aprobación de nueva legislación que dé lugar a un mayor reparto de los recursos de la UE o a la cooperación que podría ser necesaria para responder a los retos de seguridad, el impacto del cambio climático o la competencia industrial de China y Estados Unidos.
El peso de los partidos nacionalistas euroescépticos dependerá de su capacidad para superar sus diferencias y trabajar juntos. Actualmente están divididos en dos familias diferentes, a lo que hay que añadir que algunos partidos y eurodiputados se sitúan por ahora fuera de estas agrupaciones, en el grupo de no inscritos.
Al igual que Macron, el canciller alemán Olaf Scholz también sufrió una noche dolorosa. El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) sobrellevó bien una serie de escándalos y se situaría en segundo lugar por detrás de los conservadores, mientras que el SPD de Scholz obtendría su peor resultado histórico.
Equilibrio de poder
Los observadores políticos atribuyen el giro a la derecha al aumento del coste de la vida, la preocupación por la inmigración y el coste de la transición ecológica, así como a la guerra en Ucrania, preocupaciones que han aprovechado los partidos nacionalistas y populistas.
El sondeo centralizado a pie de urna mostraba que el Partido Popular Europeo (PPE), de centro-derecha, sería la familia política más numerosa de la nueva legislatura, con cinco escaños más y 181 diputados.
El resultado del PPE es una buena noticia para Ursula von der Leyen, que aspira a un segundo mandato de cinco años al frente del poderoso brazo ejecutivo de la UE. Von der Leyen necesitará el respaldo tanto de los líderes de la UE como del Parlamento.
Sin embargo, Von der Leyen podría necesitar también el apoyo de algunos partidos de extrema derecha, como los Hermanos de Italia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para asegurarse la mayoría parlamentaria, lo que daría a Meloni y a sus aliados del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) más influencia.
Los socialistas y demócratas de centro-izquierda se perfilan como la segunda familia política más numerosa, a pesar de haber perdido cuatro eurodiputados para acabar con 135, según el sondeo a pie de urna.
Por el contrario, el sondeo a pie de urna otorgaba a ECR dos diputados más que en la última legislatura, con un total de 71, y al grupo de extrema derecha ID 13 escaños más, con un total de 62.
El número de diputados no afiliados que podrían optar por unirse a otros grupos, incluidos los euroescépticos, aumentaría en 40 hasta 102, según el sondeo a pie de urna.
(Información de Philip Blenkinsop y Kate Abnett en Bruselas, Graham Keeley en Madrid, Gus Trompiz y Manuel Ausloos en París, Francois Murphy en Viena, Sarah Marsh y Thomas Escritt en Berlín; redactado por Ingrid Melander y Jan Strupczewski; editado por Keith Weir y Alexander Smith; editado en español por Javi West Larrañaga, Reuters)