El Observatorio de la ciudad de la Universidad FASTA se propuso analizar las preocupaciones, intereses y hábitos de los adolescentes de la ciudad de Mar del Plata.
El objetivo fue conocer cuáles son las cuestiones que más le preocupan e interesan a los jóvenes entre 16 y 18 años. Asimismo, se indagaron las características positivas y negativas de la actualidad, la posibilidad de cambiar esos aspectos y su compromiso personal en relación al cambio positivo. Por último, se les preguntó acerca de la posibilidad de votar que tienen en nuestro país los jóvenes a partir de los 16 años.
“Conocer las preocupaciones, intereses, hábitos de los jóvenes y adolescentes es un objetivo del Observatorio de la ciudad. Este estudio, precisamente, es reflejo de nuestro interés por este segmento de la población, sin duda, clave para el futuro de la ciudad y del país”, manifestaron desde el observatorio.
Perfil de la muestra
Se trabajó con 178 adolescentes de edad comprendida entre los 16 y los 18 años que cursan estudios secundarios en instituciones de gestión pública y privada de la ciudad de Mar del Plata.
La investigación
La primera pregunta se orientó a indagar cuáles son las preocupaciones de los adolescentes. En esta ocasión el 54% de los jóvenes coincide en que la inseguridad es el mayor factor de preocupación, mientras que le siguen la desocupación y la incertidumbre acerca de su futuro. Por último se mencionan diversos aspectos fundamentales del país: economía, desigualdad social, política, salud, medioambiente, entre otras.
En segundo lugar se indagó sobre las cuestiones que más les interesan, entre las que se destaca mayoritariamente con un 30% el deporte, mientras que temáticas como política y país se encuentran entre las menos interesantes, con un 6% y 5% respectivamente.
Respecto a las características positivas de la época, el 44% de los encuestados elige a la tecnología en primer lugar, siguiéndole la libertad e igualdad y la facilidad para comunicarse que existe hoy en día.
Por otro lado, la inseguridad no sólo es la mayor preocupación que manifiestan los jóvenes, sino también la consideran como el rasgo más negativo de la época. Otras características también elegidas como preocupaciones se reiteran en este punto: la desigualdad social, la violencia de género, la poca importancia de la educación y la violencia. Mencionados también como aspectos no positivos se encuentran la presión social, el desinterés, la falta de compromiso, el sistema de salud, la televisión e internet basura, la circulación de datos privados, la libertad excesiva a temprana edad y la crítica a los adolescentes en forma generalizada.
Desde el observatorio afirman que “es interesante que casi 2 de cada 10 encuestados refiere como negativa la tecnología, no en sí misma sino su uso. En este sentido, hay comentarios acerca de la pérdida de otro tipo de juegos en la niñez, la dependencia o adicción que genera, y las consecuencias de esto en otros aspectos de sus vidas”.
En cuanto a la creencia en la posibilidad de cambiar lo que se percibe como negativo, el 61% brinda una respuesta positiva frente al cambio. Dicho porcentaje se incrementa a un 71% cuando se les consulta acerca de su compromiso personal en el caso de creer que el cambio será para mejorar.
Los jóvenes y la política
En relación al interés de los jóvenes en la política, prevalece el 59% del total que se encuentra poco interesado, el 21% nada y tan solo el 20% afirma estar muy interesado. Es por ello que, cuando se les preguntó acerca de la emisión del voto, los datos arrojaron que el 50% de los encuestados votó alguna vez, mientras que el otro 50% nunca votó.
Pensando en la proximidad de las elecciones, un 57% de la muestra afirma sentirse en condiciones de votar, mientras que el 27% aún está en duda y el 16% expresa que aún no se siente preparado para hacerlo.
Como conclusión final: desde la perspectiva cualitativa se refuerzan aspectos presentes en el análisis cuantitativo, especialmente aquellos vinculados a la incertidumbre que caracteriza la historia de nuestro país tanto en su política interior como exterior, las reiteradas crisis, la inseguridad, la corrupción, la falta de justicia, entre otros. El eje articulador fue la propuesta de uno de los participantes y aceptada por todos: ‘tengo miedo a crecer, a convertirme en adulto’”.