El cartonero acusado de matar a golpes al hijo de su pareja a principios de este año, será juzgado dentro de tres semanas por el Tribunal Oral en lo Criminal número 1.
El hombre de 29 años fue encontrado por su ex pareja arrodillado y rezando frente al bebé de un año y medio que yacía moribundo en la cama de su casa del barrio Autódromo.
La mujer que había salido a hacer las compras se encontró con este panorama cuando regresó a su casa, por lo que tomó a su hijo en brazos y lo trasladó rápidamente a la salita de la intersección de la calle 33 y 222.
Allí, la doctora Casiano constató la muerte del chiquito y que además de los golpes recientes en el cráneo, el bebé tenía golpes antiguos en distintas partes del cuerpo por lo que descreyó del relato de la madre, que aseguraba que el nene se había caído de la cama, y llamó a la policía.
La madre, ante la presencia policial, se quebró y confeso que su pareja era quién había golpeado a su hijo y que ella no se había animado a denunciarlo por miedo a las amenazas que recibía constantemente.
La policía encontró al hombre al día siguiente en el templo de la calle Cordoba y Castelli, donde rezaba tras haberse escapado de la casa.
El pastor de la iglesia del barrio, Rubén Ernesto Cejas, aseguró en ese momento que el hombre había estado con él y le había confesado el asesinato de Axel de 17 meses.
El juicio
Cesar Martin Suarez de 29 años comenzará ser juzgado a partir del 17 del mes próximo en el TOC Nº1 por el Tribunal compuesto por José Antonio Martinelli y Aldo Daniel Carnevale, en tanto que el tercer magistrado sería el juez de Ejecución Gabriel Perdichicci aunque todavía la Cámara no lo confirmó oficialmente.
Dentro de los testigos figuran la madre del nene fallecido, los pastores evangélicos que tomaron la confesión de César y los vecinos del barrio que aseguran que “el hombre tenía fama de golpeador, se escuchaba al bebé llorar todo el día y hasta a veces vehíamos como lo golpeaba contra la pared o le partía platos por la cabeza”.
Suárez llega al juicio con la prisión preventiva por “Homicidio calificado por alevosía”, dictada por el ex juez de Garantías Raúl Alberto Paolini, el 13 de febrero pasado.
La condena prevé una pena de cadena perpetua.
Por Marcela Lujan
